Jasso en la ilegalidad para dirigir la Agencia de Proyectos Estratégicos
CANCÚN, Quintana Roo, 5 de Julio.- Eduardo Ortiz Jasso, personaje que es mejor conocido en Quintana Roo por sus actos de corrupción que por sus obras, ostenta un cargo para el cual no es apto, además de que la ley se lo prohíbe por estar inhabilitado para ocupar cargos públicos por cinco años.
Y no sólo la ley que rige a los funcionarios públicos en México y nuestro estado le impide ocupar cargos a personajes mal intencionados como Ortiz Jasso, sino también la misma legislación que reglamenta a la nueva Agencia de Proyectos Estratégicos del Estado de Quintana Roo.
La normatividad publicada en el Periódico Oficial del 29 de junio señala en su artículo 54 nonies que “el director general (de la Agencia de Proyectos Estratégicos del Estado de Quintana Roo) será designado y removido libremente por el gobernador del estado”.
Y en su artículo 54 Decies señala que “para ser director general (Agencia de Proyectos Estratégicos del Estado de Quintana Roo) se requiere ser ciudadano mexicano en pleno goce de sus derechos y contar con la calidad de quintanarroense, contar con estudios profesionales, conocimientos y experiencias relacionadas con el objeto de la agencia y no haber sido sentenciado por delitos patrimoniales, inhabilitado para desempeñar empleo cargo o comisión en el servicio público y no tener cargo de elección popular al momento de su designación.
Como se podrá observar el ex director del Instituto de Planeación y Desarrollo Urbano del municipio de Benito Juárez (Implan), Eduardo Ortiz Jasso está impedido para ser el encargado de la súper Agencia de Proyectos Estratégicos del Estado de Quintana Roo.
Y es que desde principios de semana, al menos así lo demuestran muchos de los documentos firmados por él, es el encargado de esa nueva dependencia.
Al parecer, la inhabilitación por cinco años de Ortiz Jasso no le interesa mucho a su amigo y socio Rafael del Pozo Dergal, quien es el secretario de la Gestión Pública en el Estado de Quintana Roo, pues no ha chistado al respecto ni lo hará, pues ambos tienen fuertes intereses personales en la nueva agencia.
La Agencia de Proyectos Estratégicos del Estado de Quintana Roo es definida como organismo público descentralizado de la Administración pública Estatal estado al desarrollo económico con personalidad jurídica y patrimonio propio.
Según la ley, la agencia tendrá oficina central en la ciudad de Chetumal pudiendo tener las direcciones de oficinas que estime necesarias para el cumplimiento de su objeto en otras entidades del estado.
“La agencia tendrá por objeto la administración eficaz y el óptimo aprovechamiento del patrimonio inmobiliario de la Administración pública Estatal así como la constitución administración y disposición estratégica de las reservas territoriales del dominio privado del estado y las Asociaciones Público Privadas con el propósito de coadyuvar a la consecución de los fines del gobierno del estado.
Pues ese es el nuevo pastel que tendrá en sus manos Ortiz Jasso, sin que a nadie le interesen los actos de corrupción cometidos cuando estuvo a cargo del Implan en el municipio de Benito Juárez, que incluso trascendieron las fronteras de Quintana Roo, al llegaron hasta la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su segmento Hábitat, pues hay documentos en los que le notifican que le fue retirado el nombramiento honorifico por su mal proceder como funcionario público.
La mancuerna de Ortiz Jasso será Carlos Orvañanos quien será el encargado atraer a las Asociaciones Público Privadas (APP) en el Estado.
Los proyectos de Asociaciones Público Privadas (APP), son una tendencia mundial promovida por el Banco Mundial, la OCDE y el Fondo Monetario Internacional para el desarrollo de proyectos que la iniciativa privada no puede emprender sola y para las que los gobiernos no cuentan con los recursos necesarios, es decir, las unifica.
Y es precisamente en las APP de que encabezará Carlos Orvañanos, panista ex titular de la Delegación de Cuajimalpa en la Ciudad de México, en donde Eduardo Ortiz Jasso y su camarilla de saqueadores han encontrado la forma para colarse tanto al manejo del presupuesto del gobierno del estado para las obras públicas como para beneficiar a las empresas de sus “socios” y las propias.
La preocupación de los empresarios no es que se desarrollen dichos proyectos, al contrario son muy necesarios. Lo que temen es la forma en las que se destinen los recursos y las empresas participantes que serán beneficiadas al otorgarles las concesiones, pues en manos de Ortiz Jasso se corren muchos riesgos.
Por Alejandro Vargas González
