Dinamarca, mundialista por goleada

CIUDAD DE MÉXICO, 14 de noviembre.- Dinamarca jugará el Mundial. La Dinamita Roja no pasó del 0-0 en Copenaghe, se vio contra las cuerdas a los seis minutos con el gol de Duffy que clasificaba a Irlanda… Y le dio la vuelta al marcador en apenas tres minutos, sentenciando en Lansdowne Road su retorno a una fase final gracias a una goleada por 1-5 más asequible de lo que habría sospechado.

Irlanda lo ofreció todo. Arcaica, británica, tosca… Pero entregada a un entusiasmo innegociable, la Armada Verde no decepcionó a sus hinchas, que la empujaron con un ánimo incansable a las buenas y a las malas. Tanto con la euforia que siguó al 1-0 de Duffy como con la decepción que recogió el 1-2 de Eriksen.

Avisó en la previa Martin O’Neill, el entrenador irlandés, que Dinamarca no se quedaría sin marcar. Y no se equivocó, aunque la jugada, de entrada, le salió bien a su equipo con el doble error defensivo de los daneses, una salida tardía de Schmeichel y el gol de Duffy, a los seis minutos, que les daba ventaja.

La continuación fue una media hora enloquecida, en la que Darren Randolph salvó a Irlanda con dos intervenciones soberbias y la mala puntería de Murphy y McClean evitaron un 2-0 que habría sido mortal para los daneses… Que rozando esa media hora igualaron con un remate de Christiensen que Christie no pudo salvar bajo palos, introduciéndose el balón en su meta.

Irlanda se mantuvo media hora en pie… Y acabó barrida sin disimulo ni piedad

Lo que ocurrió tras el empate fue, probablemente, lo que acabó por explicar el desenlace del encuentro y la eliminatoria. Antes de que Irlanda tuviera tiempo de habituarse a ese nuevo escenario, a la obligación de volver a marcar, Eriksen se presentó con un zambombazo que cerraba un excelente contragolpe y colocaba, minuto 32, el 1-2 en el marcador.

Derrumbado el ánimo pero incansable en la pelea, la Armada Verde no se dio por vencida y dio a entender, a los suyos, a los daneses y a todo el mundo que caerían con la mayor dignidad posible, aún viéndose a cada minuto que pasaba que la superioridad futbolística de Dinamarca era incuestionable.

Mantuvo cierta esperanza, ya en la segunda mitad, hasta que en el minuto 63 Eriksen sentenció la eliminatoria con otro excelente remate, ajustado, al que no llegó Randolph y que concluyó la discusión. No mucho después, en otra rápida transición, el crack del Tottenham consiguió su segundo hat-trick con la selección, tras el que le encajó a Bulgaria en junio de 2016.

La manita, el 1-5, la sentenció Bendtner en el último minuto, para concretar una goleada tan histórica como inesperada, cruel para el ánimo irlandés pero que demostró, sin disimulo, la superioridad de una Dinamarca espectacular. (FUENTE: Exhaustiva Sport)

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