Cerati compuso todas las canciones de Signos en una noche

CIUDAD DE MÉXICO, 3 de febrero.- Por fuerza natural. Así podría describirse la capacidad que tuvo Gustavo Cerati para entrar en el corazón de todos los argentinos. A casi cuatro años de su muerte, la magia de su ser y su música sigue siendo eterna y persiste en la atmósfera de cada bar, recital y show. El periodista Gustavo Bove captó eso desde el primer momento en que lo conoció, décadas atrás. “Era un seductor nato. Él quería que todo el mundo lo amara. Seducía a niños, adolescentes, mujeres y hombres. Tenía un carisma único”, contó en una charla única en Espacio Clarín, donde repasó de qué se trata “Gustavo Cerati, conversaciones íntimas”, el libro de 160 páginas en el que ambos empezaron a trabajar en 2006.

El mismo reúne conversaciones, momentos y detalles íntimos del líder de Soda Stereo. “No me arrepiento de nada. La verdad es que todo sirve para algo. Al final, estás parado acá por una cantidad de errores o como se llamen”, le dijo en una de las charlas que tuvieron y que quedó plasmada en el libro. En estas páginas, Cerati deja traslucir todo aquello que confluyó en su obra y que la convirtió en una de las más grandes de la historia: desde la inspiración aunada a su intimidad hasta el talento para componer canciones inolvidables y discos clásicos, su visión de Soda Stereo, su relación con la fama, su actitud frente a la crítica, su percepción de la vida y su idea del arte.

“En sus canciones, él hablaba de cosas que tocaban a todo el mundo. No escribía canciones sociales o políticas, sino que escribía sobre los sentimientos como el amor y usaba muy bien la metáfora. Hablaba más del corazón. Era muy Spinetteano para componer. Se guiaba mucho por la sonoridad de las palabras”, describió Bove tras sacar a la superficie que el tema “Fue” nació tras una fiesta cuando él provocó al músico a afinar una guitarra de juguete.

“Creo que cada uno nace con un don. Gustavo tenía el don de componer, de hacer canciones. Era un poeta, amante de la sonoridad de las palabras. Tenía un cuaderno donde anotaba palabras que le gustaban como ´alud´ y de ahí nacían sus temas”, reveló Bove. Y siguió: “Cuando iba a un set de fotos, él firmaba las fotografías que le gustaban con una G en forma de corazón, y eso era un poco él”. Sobre la foto de tapa del libro, explicó que buscaron iluminar a la persona detrás del personaje rockero. Usaron el azul porque era un color que inspiraba al cantante.

En esa línea, expresó: “Gustavo no era siempre una estrella de rock. Era parte del personaje que hacía. En el libro traté de reflejar a la persona genial, insegura y con problemas, como todo el mundo. Una vez me dijo: ´Yo no brillo todo el tiempo, a veces soy oscuro, marrón´”. Entre otras cosas, recordó ciertas anécdotas que explican lo que el artista generaba en otros: “Tenía tanta aceptación entre los músicos populares que cuando conoció a Mercedes Sosa, fue ella quien le propuso a él hacer un tema juntos”. De ahí, nació “Zona de promesas”.

Por último, se refirió al talento indiscutible de Cerati que lo diferenció de otros músicos de la época. “Era muy difícil alcanzar su nivel de síntesis. Una madrugada, se levantó de la cama y compuso en una noche todas las canciones de su álbum ´Signos´”, confesó.

Signos es el nombre del tercer álbum de estudio del grupo argentino, Soda Stereo, grabado y editado en 1986. Fue producido por Soda Stereo.

Es considerado por la mayoría de los críticos como el segundo mejor álbum de la banda, después de Canción animal, de 1990. El ránking de álbumes del rock latino (J.L. Mercado-Al borde) lo ubica en el Nº 40 de los mejores discos de todos los tiempos, y la revista Rolling Stone lo sitúa en el puesto Nº 25 de los mejores álbumes del rock argentino.

La Gira Signos que promociona el disco visitó Argentina, Perú, Paraguay, Ecuador, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Chile, México y Venezuela. En este disco se destacan canciones como “Signos”, “Prófugos” y “Persiana americana”.(FUENTE: El Clarín)

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