JOSÉ MARÍA MORELOS, Quintana Roo, 27 de noviembre. – Cursar una carrera profesional suele implicar que muchos jóvenes emigren en busca de oportunidades laborales, pues al concluir sus estudios se arraigan en ciudades donde pueden ejercer su profesión. Sin embargo, quienes deciden volver a sus lugares de origen enfrentan un panorama distinto: la mayoría termina empleándose en trabajos ajenos a su formación académica.
Así lo estimó David Gómez Tox, presidente del Comité Municipal del Frente Cívico Quintanarroense, quien señaló que en zonas rurales es difícil aplicar los conocimientos adquiridos: “Donde no puedes aplicar un conocimiento… ¿qué te queda hacer? Volver a las actividades rutinarias de cuando eras niño o joven; te quedas en rezago, aun cuando tengas un título profesional en tus manos”, expuso.
Subraya que otro problema surge desde la elección de carrera: sin orientación vocacional adecuada y con limitaciones económicas, muchos jóvenes terminan estudiando algo que no les gusta o lo único que podían costear, lo que los conduce a un mercado laboral que no corresponde con su preparación.
Ante este panorama, llamó a fortalecer los mecanismos de apoyo para egresados y a impulsar políticas públicas que generen oportunidades profesionales también en comunidades rurales.