CHETUMAL, Quintana Roo, 26 de mayo. – La plaga de mosco bobo que asola a la ciudad de Chetumal empezó a afectar la llegada de turistas quienes han reducido hasta en un 50 por ciento su estancia por el desagrado de “compartir” con el insecto los espacios turísticos de la ciudad, informó Bertha Núñez, presidenta de la Asociación de Hoteles en el sur de Quintana Roo.
“Es un mosco que la gente lo agarra de broma, pues dice que es el mosco que no es mosco pero que, si nos corretea al turista, si se van, es muy molesto además de que se sienten inseguros de la higiene del lugar”, apuntó.
La plaga se ha tornado critica en la ciudad de Chetumal tan es así que todos los días se llegan a “barrer” entre dos y tres kilos de moscos bobos en cada vivienda o establecimiento donde el mosquito instala sus nidos.
Un dato relevante es que el brote de esta plaga es causado por algún desequilibrio en el ecosistema y en la cadena alimenticia, pues este insecto es alimento de peces.
A finales de 2020 los primeros “moscos bobos”, que en realidad son quironómidos, de la especie Chironomidae, de la familia de los dípteros nematóceros, aparecieron en las colonias aledañas a la bahía de Chetumal y en el transcurso de los meses se han expandido por toda la ciudad.
En redes sociales muchos usuarios comparten imágenes de nubes de miles de moscos, aunque en realidad, es una especie distinta llamada Aedes sollicitans, que significa “molesto o fastidioso”. Es una especie parecida a los mosquitos pero que no tiene piezas bucales y por tanto no pica; en algunos lugares se les denomina “moscas de arena”.
Algunos autores reconocen a este insecto como “especie indicadora”, pues su presencia, ausencia y abundancia puede indicar diferentes grados de contaminación de aguas continentales.
Lo peor del caso es que ninguna autoridad sanitaria o ambiental ha tomado en serio esta plaga de mosquitos que empiezan a causar serios estragos a la de por si delicada situación económica de la ciudad de Chetumal.