Atentado en Bogotá: Qué se sabe de las víctimas de la explosión de un auto bomba

BOGOTÁ, Colombia, 18 de enero.- Cada vez se van conociendo más detalles sobre las 21 personas que fallecieron este jueves en el estallido de un carro bomba en la escuela policial más importante de Colombia.

La policía identificó a José Aldemar Rojas Rodríguez como el conductor de un vehículo con 80 kilos de explosivos que, al verse descubierto en un control de acceso a la Escuela de Policía General Santander, en Bogotá, aceleró y acabó chocándose contra uno de sus edificios.

La colisión detonó la bomba, causando la muerte de estudiantes, el propio Rojas y los agentes que lo perseguían; además de 68 heridos.

Muchas de las víctimas cuyos nombres ya se dieron a conocer eran deportistas.

Maquilón representaba a su escuela en competencias de atletismo y lanzamiento de disco, según informó el portal de la radio Caracol.

Otra de las víctimas que también se dedicaba al atletismo era Alfonso Mosquera Murillo, de 23 años.

Nacido en el Valle del Cauca, era “un excelente atleta” que “se retiró precisamente para poder ser policía, para poder irse de patrullero”, según dijo al periódico colombiano El País la gobernadora de ese departamento, Dilian Francisca Toro.

Steven Prada, otra de las víctimas, también era deportista. A sus 20 años, el joven de Tolima se desempeñaba como portero en la liga de fútbol de la escuela.

Una víctima ecuatoriana

Entre los fallecidos también hay una ecuatoriana: Érika Sofía Chicó Vallejo, de 21 años. Otra joven del mismo país, Carolina Sanango, sufrió heridas leves, según informó en Twitter el presidente ecuatoriano, Lenin Moreno.

La Escuela de Policía General Santander goza de prestigio en América Latina, por lo que otras naciones envían efectivos a formarse allí. Ese era el caso de las estudiantes ecuatorianas y otros dos panameños que resultaron heridos.

Entre esas víctimas mortales estaba Cristian Camilo Maquilón Martínez, un atleta de 20 años que llevaba un año y medio preparándose en la escuela para convertirse en suboficial gracias a una beca, según explicó su sobrina, Katherine Rodríguez, al diario colombiano El Tiempo.

“Nos decía que estaba muy feliz en Bogotá, que quería seguir la carrera de Policía y tenía muchas ilusiones de regresar y continuar con su proceso de formación”, relató Rodríguez. El joven era de Antioquia así que la última vez que vio a su familia fue en navidades, según dijo.

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