PLAYA DEL CARMEN.- Los ataques de perros a personas se han vuelto un problema recurrente en Playa del Carmen, donde la falta de control, vigilancia y responsabilidad por parte de algunos propietarios ha generado preocupación entre los vecinos y autoridades. En lo que va del año se han documentado múltiples casos de mordeduras y agresiones en zonas habitacionales y turísticas del municipio.
Uno de los incidentes más graves ocurrió en el fraccionamiento Villas del Sol, donde dos niñas fueron atacadas por un perro de raza pitbull. Una de ellas sufrió lesiones severas y secuelas psicológicas, mientras que el dueño del animal no se hizo responsable y abandonó su domicilio. Los gastos médicos superan los 300 mil pesos, cubiertos únicamente por familiares y vecinos.
En esa misma zona, otro hecho reciente involucró a dos perros pitbull que atacaron a una niña de 13 años, a una mujer, a varios perros domésticos y mataron una gallina. Los vecinos denunciaron que los animales solían andar sueltos y que ya se habían reportado episodios de agresividad sin que se tomaran medidas preventivas.
Otro caso ocurrió cerca de la playa, junto a la Plaza Fundadores, donde un niño fue mordido en el hombro y la espalda por un perro que se encontraba sin correa. Según el testimonio de la madre, el dueño huyó del lugar después del ataque.
En la zona de la avenida Constituyentes, un menor también fue atacado por un perro de raza rottweiler mientras jugaba en la playa; nuevamente, el propietario escapó. Asimismo, en el fraccionamiento Misión de las Flores, una empleada de la empresa Aguakan fue agredida por un pitbull que salió al momento en que ella realizaba su trabajo fuera de una vivienda.
De acuerdo con el Centro de Control Animal y Zoonosis (Cencaaz), la mayoría de los ataques ocurren en zonas donde los animales permanecen sueltos, sin supervisión o medidas de contención adecuadas. Los fraccionamientos Villas del Sol y Misión de las Flores figuran entre las áreas con más reportes.
Las cifras estatales reflejan la magnitud del problema. En todo Quintana Roo se han registrado alrededor de 1,846 mordeduras de perro en lo que va de 2025, según datos oficiales. Un corte al 30 de julio de este año reportó 1,227 personas mordidas 642 hombres y 585 mujeres, lo que representa un incremento del 11.8% respecto al mismo periodo del año anterior. En 2024, las atenciones médicas por ataques caninos aumentaron 15%, con 1,565 casos contabilizados hasta noviembre.
Ante el repunte de agresiones, se busca actualizar la normativa municipal para que los dueños de mascotas que ataquen a personas sean obligados a cubrir todos los gastos médicos, terapias y tratamientos psicológicos de las víctimas, además de establecer sanciones económicas más severas.
También se contempla reforzar las campañas de concientización sobre la tenencia responsable de animales, promover el registro obligatorio de mascotas y exigir el uso de correa y bozal en razas consideradas de manejo especial.
Vecinos de distintos fraccionamientos coinciden en que la mayoría de los ataques podrían evitarse con medidas básicas de control y educación sobre la convivencia con animales. Mientras tanto, las autoridades municipales insisten en la necesidad de prevenir antes que sancionar, y de construir una cultura real de responsabilidad entre los propietarios de mascotas.