PLAYA DEL CARMEN, Quintana Roo, 03 de marzo.- La caída del peso frente al dólar no sólo motiva al turismo norteamericano a visitar los destinos quintanarroenses. La caída que también tiene la moneda nacional frente al Euro permitirá que el turismo de algunos países europeos, sobretodo españoles, visiten Quintana Roo u otros sitios del país.
Esto de acuerdo con un estudio realizado Ebury, institución financiera especializada en el intercambio de divisas, la cual señala que en la misma situación se encuentran Brasil y Argentina.
Y es que, expone, la empresa, las monedas de Brasil, México y Argentina pierden terreno frente al euro.
“Son algunos de los destinos de largo radio que en 2016 ganan atractivo para el viajero español gracias a que el euro goza actualmente de un tipo de cambio muy favorable con respecto a sus respectivas monedas”, según apunta Ebury.
“Las monedas locales de algunos de los países emergentes más populares, turísticamente hablando, se encuentran actualmente en mínimos históricos”, señala Duarte Líbano Monteiro, director general de Ebury para España y Portugal.
“Las bajadas del precio del crudo y el aumento de los tipos de interés en Estados Unidos son las principales razones que han conducido a la debilidad de estas divisas”, según explica el director de esta entidad, focalizada en el sector de pequeñas y medianas empresas con actividad exterior.
En México actualmente un euro se cambia por 20 pesos, cuando hace doce meses cotizaba a 17,85. Ello supone una caída del 12,85%.
En el caso de Brasil, el real brasileño sufrió durante 2015 una de las depreciaciones más fuertes de divisas de los mercados emergentes. En concreto, en los últimos doce meses, la divisa brasileña se ha depreciado un 33,36% con respecto al euro, cotizando actualmente al nivel de 4,35 por euro.
Y en Argentina, el peso argentino se sitúa con respecto al euro en un valor cercano a los 16,79, cuando a comienzos de 2015 su cotización era de 9,90 pesos por euro, acumulando una depreciación cercana al 70%.
El informe de Ebury sobre la situación de las divisas de mercados emergentes, indica que la evolución en la que se encuentran las monedas de dichos países dependerá en 2016 de dos factores principalmente.
El primero, su vulnerabilidad macroeconómica respecto al incremento gradual de los tipos de interés en Estados Unidos.
Y, por otra parte, la evolución de las divisas “también dependerá del alcance de la devaluación de cada moneda, provocada por la reciente venta masiva, y si dicha devaluación bastará para aumentar la competitividad y compensar posibles deterioros en términos comerciales de cada país”.