PLAYA DEL CARMEN, Quintana Roo, 08 de noviembre. -En los últimos tres años, el uso de patines eléctricos o scooters ha crecido considerablemente en Playa del Carmen, convirtiéndose en un medio de transporte popular por su practicidad y economía. Sin embargo, el aumento en su demanda también ha evidenciado la necesidad de regular su empleo para mejorar la seguridad vial y minimizar su impacto ambiental.
Fernando, encargado de una tienda y taller de scooters, comentó que las tiendas departamentales han registrado un notable incremento en las ventas, alcanzando alrededor de 500 unidades vendidas por semana. Aunque el costo accesible de estos vehículos los ha vuelto populares, Fernando advirtió que muchos de estos modelos, al ser de bajo precio, suelen descomponerse con facilidad, lo que genera un problema ambiental. Las baterías de litio y otros componentes peligrosos que se desechan terminan en el relleno sanitario, afectando al ecosistema.
Además, Fernando resaltó la importancia de realizar mantenimiento constante a los scooters para prolongar su vida útil y garantizar un funcionamiento seguro. “Aunque parezca un vehículo sencillo, es necesario un buen manejo y cuidados frecuentes para que el scooter brinde un servicio de calidad durante más tiempo”, señaló.
La falta de infraestructura y regulación aumenta el riesgo de accidentes
La ausencia de espacios específicos para el tránsito de scooters ha derivado en un aumento de accidentes, principalmente en intersecciones donde los automóviles no logran ver a los usuarios de estos vehículos. Fernando subrayó la urgencia de asignar carriles exclusivos para scooters y otros vehículos de micromovilidad, como bicicletas, con el fin de reducir los riesgos y evitar que circulen entre peatones o en zonas vehiculares sin protección adecuada.
La creciente popularidad de los scooters en Playa del Carmen destaca la necesidad de que las autoridades implementen regulaciones e infraestructura adecuada para este tipo de transporte. Un plan que incluya carriles dedicados y normas específicas no solo brindaría mayor seguridad a los usuarios, sino que también ayudaría a mitigar el impacto ambiental asociado con el desecho de componentes peligrosos, promoviendo una movilidad más segura y sustentable en la ciudad.