JOSÉ MARÍA MORELOS, Quintana Roo, 01 de septiembre de 2025.- Forjado en la cultura del esfuerzo y el trabajo duro, don Alfonso Sandoval Santos, de 82 años, demuestra que la edad no es impedimento para seguir siendo ejemplo de productividad.
Cada semana llega al mercado del productor con la frente en alto y las manos llenas de frutos de su parcela: melón, calabacita, pepino, limón y maíz, que pronto se convertirá en elotes verdes.
“Traigo un poco de melón, un poco de calabacita, un poco de pepino… y en un mes más, ya debo tener mis elotitos verdes”, cuenta orgulloso.
Hijo de uno de los fundadores del otrora Kilómetro 50, recuerda que fue su padre —campesino hasta los 104 años— quien le inculcó el valor del trabajo.
“A mí me enseñaron a trabajar por el difunto de mi papá, él fue campesino hasta su muerte, somos originarios de Yucatán”, relató.
Su vida también estuvo marcada por la selva, donde trabajó en Plan de la Noria, ahorró dinero y emprendió con una tienda en la comunidad de Presumida.
Sandoval Santos no solo fue agricultor, también se convirtió en pionero del transporte en José María Morelos, siendo uno de los primeros taxistas de la demarcación.
“Compré una placa de taxi y me puse a taxear… trabajé 30 años, hasta que la vista ya me empezó a fallar. Para ser taxista es día y noche, y tuve miedo de accidentarme con pasaje”, recordó.
Hace poco más de una década decidió colgar la guayabera de taxista y regresar al campo, donde asegura sentirse útil. La tierra, afirma, lo mantiene fuerte y orgulloso de seguir aportando a una sociedad que depende del esfuerzo de campesinos como él para llevar alimentos a su mesa.