JOSÉ MARIA MORELOS, Quintana Roo, 29 de septiembre de 2025.- Uno de los oficios tradicionales en peligro de extinción es el de afilador de piedras de molino de nixtamal, actividad que por más de cinco décadas ha ejercido Sabino Kú, habitante de esta comunidad, quien hoy es reconocido como uno de los pocos —si no es que el único— en la región que conserva este conocimiento.
El artesano relató que aprendió el oficio hace más de 50 años gracias a un molinero originario de Peto, Yucatán, quien le enseñó a picar y dar forma a las piedras volcánicas empleadas en los molinos. “Son piedras especiales de molino, pero hay que saber hacer los canales, hay que tenerlos bien hechos para que pueda moler, que no se estanque el agua”, explicó.
Sin embargo, con el paso del tiempo la modernidad desplazó la costumbre de cocer y moler el grano, pues la mayoría de las familias opta por comprar tortillas ya elaboradas. Con ello, el oficio que durante más de cuatro décadas fue sustento de la familia Kú se ha visto reducido a la atención de unos cuantos molinos en comunidades donde aún se conserva la molienda de nixtamal, como Sabán, Bulukax, Dziuché y San Diego.
La labor de Sabino Kú representa no solo un medio de vida, sino también la preservación de un oficio ligado a la cultura alimentaria de la península, cuya desaparición significaría la pérdida de un saber tradicional que acompañó durante generaciones la preparación del alimento básico de las familias: la tortilla.