JOSÉ MARÍA MORELOS, Quintana Roo, 22 de diciembre. – Emprender en el sector pecuario, particularmente en la crianza de aves, representa un desafío significativo en la zona maya de Quintana Roo, donde pequeños productores enfrentan un mercado altamente concentrado y con condiciones desiguales de competencia.
De acuerdo con actores locales, el dominio de grandes corporativos avícolas como Bachoco, Crío y Pilgrim’s limita las posibilidades de desarrollo de proyectos productivos a pequeña escala, debido principalmente a su control sobre los insumos, la distribución y los precios del mercado.
José Luis Cabrera Naal, emprendedor y conocedor del sector en el municipio, señaló que la inversión inicial requerida para establecer una granja avícola resulta inaccesible para la mayoría de los interesados. Indicó que el alto costo de la infraestructura y del alimento balanceado representa una barrera de entrada difícil de superar, lo que ha provocado que varios intentos de emprendimiento no logren consolidarse.
Explicó que incluso proyectos impulsados por personas con experiencia en el ramo han tenido que abandonarse, al no poder competir con los precios y condiciones impuestas por las grandes empresas, que cuentan con economías de escala y una integración vertical que les permite reducir costos de producción.
Productores locales advierten que, cuando un pequeño criador logra llegar a la etapa de comercialización, enfrenta prácticas de mercado que incluyen la reducción de precios por parte de los grandes corporativos, lo que coloca al emprendimiento local en una situación financiera insostenible.
Mientras persista la dependencia de proveedores y mayoristas externos, así como el predominio de esquemas de producción masiva, la instalación de granjas avícolas en José María Morelos seguirá siendo una actividad de alto riesgo, con limitadas posibilidades de competir frente a un mercado dominado por empresas de alcance nacional.