ENTRE GUADIANA Y BAD BUNNY

ENTRE GUADIANA Y BAD BUNNY.

Desde el inicio de los tiempos, la palabra y la comunicación fueron una de las partes más importantes para el desarrollo de la humanidad creándose colectivos con semejantes intereses, por lo que a través de años fueron forjando lenguas con conceptos y símbolos, siendo en su más avanzada época conocidos como lenguajes y diversificados en países como idiomas.

Una vez logrado lo anterior, la política y el arte comenzaron a desarrollar la retórica, como forma de hablar y de escribir de manera que dicha palabra o lectura fuera capaz de deleitar a las personas a través de la poesía o el canto, así como de persuadir a través del discurso. Vaya, era el arte de encantar con la letra y la palabra.

Sin embargo, hace unos días en la entrega de los Video Music Awards, se encontraron en pugna sujetos como Maluma, Balvin o Bad Bunny (Benito Ocasio), y después de leer una entrevista en la retoman una frase de Octavio Paz respecto de la involución cultural sin remedio de Latinoamérica , me queda muy claro que, este tipo de sujetos no tendrían mayor éxito en los pueblos más adelantados, ya que su mera expresión son un atentado en contra de la literatura y la musica, y su contenido de letras que invitan a la violencia sexual de manera primitiva, y con un contenido de monosílabos repetidos sin rima, ni estructura gramática alguna son un mero desastre para la cultura universal.

Para los griegos y romanos la política era una cosa seria, la retórica jugaba un papel fundamental, Marco Tulio Cicerón dio cuenta de sus talleres de retórica y oratoria a diversos políticos de la Roma de Cayo Julio César. Y lo mismo sucedía en la Europa socialista y en la semiología derivada del marxismo en la que los símbolos eran parte del discurso para poder tener el poder sobre las masas a través del convencimiento.

Hoy por desgracia, vemos Congresos en los que no se debate y se ataca a quienes buscan disertar sobre las ideas plasmadas en normas jurídicas y reformas que aún a sabiendas de que se trata de temas de carácter inconstitucional, se votan desde la ignominia, desde el amplio andador del desconocimiento político, jurídico o de cualquier tipo de academia, para terminar culpando a un Poder Judicial de las inconsistencias cognitivas de los más.

Es así que, esta debacle no se centra solamente en la música latinoamericana, sino también en sus políticos, ya que después de observar con detenimiento, y sin estar exento de una profunda decepción, el debate de los candidatos a la gubernatura de Coahuila, resulta evidente la tremenda descomposición de la política y de sus candidatos.

El caso Guadiana el Coahuila es una afectación grave a las izquierdas mayoritarias de ese estado, pero más aún, es una afrenta a la izquierda mexicana culta por naturaleza. El sujeto además de los “destes”, los “desos”, los “pallás” la poca seriedad con la que se refiere al estado de derecho (del cual depende su actuación como senador con licencia), y la mala manía de promocionar narco-corridos con la promesa de traer grupos musicales semejantes a los malumas pero gruperos, no ha atinado a decir absolutamente una sola cifra, un solo dato, una sola propuesta o un solo comentario atinado para el cargo que busca.

Un gobernador no puede ser un payaso. Un gobernador no puede representar todo aquello de desde tiempos remotos hemos combatido. El sujeto cabe en una sola caricatura de RIUS, y ya por eso es definitivamente deleznable para quienes si leímos y sabemos de historia.

Lamentable es pues, que así como esa entrevista de los Video Music Awards se retoma a un Octavio Paz hablando de restraso cultural y académico de los latinoamericanos, hoy sean los mismos partidos políticos mayoritarios quienes pongan a los coahuilenses en una situación semejante pretendiendo venderles a un sujeto como Guadiana, creyendo que los coahuilenses son tontos.

Sin duda esta será la primera llamada, ojalá que en adelante se respete más electorado porque no todos prefieren a Bad Bunny o a Guadiana, somos muchos queremos mejorar y que estamos conscientes del reto al que nos enfrentamos en esta sociedad del conocimiento.

Hugo Alday Nieto

Bad BunnyGuadiana