PUEBLA, 30 de agosto.- La Fiscalía General de Puebla confirmó que las dos personas que fueron quemadas vivas la tarde de este miércoles en Acatlán de Osorio, realmente eran campesinos y que se descarta que hubieran participado en un delito, aunque los pobladores los acusaron de robachicos.
En un comunicado, la Fiscalía informó que inició carpeta de investigación por el delito de homicidio calificado en contra de quien resulte responsable de estos hechos en los cuales fueron asesinados Alberto N, de 56 años de edad y Ricardo N, de 21 años.
“De manera preliminar se descarta que los occisos hubieran participado en algún delito, presuntamente se dedicaban a labores del campo”, asentó la dependencia en el comunicado.
Por las redes sociales, una mujer identificada como Charo y quien aseguró ser madre de Ricardo participó en la transmisión en Facebook Live que hizo uno de los pobladores.
En un mensaje desesperado, la mujer pidió a los pobladores de Acatlán de Osorio que no le hicieran daño a su hijo y a la otra persona que ubica como tío del joven, pues aseguró que no eran secuestradores y que eran originarios de Tianguistengo.
“Estaban en la hora equivocada en el momento equivocado, mi hijo es inocente. En el nombre de la virgencita se los pido, no le hagan daño a mi hijo”, suplicó la mujer.
“No sé, no sean ingratos. Él es mi hijo, no le hagan daño por favor, él no es ningún secuestrador, él es de Tianguistengo junto con su tío. Ingratos. ¿Por qué quemaron su camioneta si ellos no son secuestradores? Soy madre, siéntanse el corazón por favor, él es mi hijo no le hagan daño por favor, son de Tianguistengo”, insistió en otro de los mensajes que envió pero que no fueron escuchados por los pobladores.
De acuerdo con versiones extraoficiales, Alberto Flores Morales y Ricardo Flores Rodríguez fueron detenidos en el poblado de San Vicente Boquerón por tomar bebidas embriagantes en la vía pública y fueron trasladados a la comandancia de la cabecera municipal en Acatlán de Osorio por faltas administrativas.
Sin embargo, algunos pobladores empezaron a divulgar de boca en boca, por WhatsApp y otras redes sociales que los dos detenidos habían intentado robar a dos niños.
Esta acusación causó la ira de los pobladores que aseguran estar cansados de la inseguridad que los afecta día a día y de que las autoridades dejen en libertad a los delincuentes.
Así, unos 200 lugareños se congregaron afuera de la comandancia de la localidad para sacar por la fuerza a las dos personas detenidas a fin de lincharlas y, según ellos, enviar un supuesto mensaje de escarmiento al resto de los delincuentes que pretendieran atacar en su comunidad.
Al dar por hecho que los dos detenidos eran robachicos los sometieron a golpes, los amarraron, los rociaron con gasolina y les prendieron fuego cuando aún estaban con vida.
Un poblador incluso transmitió en vivo el ajusticiamiento de quienes aseguraba eran delincuentes y se escuchan las voces de los pobladores gritar “¡Mátenlos, quémenlos vivos!”.
Trascendió que cinco policías municipales de esa localidad fueron detenidos por omisión y por no haber accionado los protocolos que incluyen pedir el apoyo de la Secretaría General de Gobierno y la Secretaría de Seguridad Pública Estatal.
En el boletín, la Fiscalía indica que se llevan a cabo investigaciones para dar con los responsables de este hecho.
Un linchamiento similar ocurrió el 19 de octubre de 2015, cuando los hermanos Rey David y José Abraham Copado levantaban encuestas en el municipio de Ajalpan y fueron acusados de ser secuestradores de niños. Igual que en esta ocasión, los pobladores dieron por cierta la información que divulgaron unos cuantos y los quemaron vivos.
Desde entonces a la fecha, los linchamientos en localidades rurales de Puebla se han vuelto algo cotidiano. Sólo en este año, 16 personas han muerto por mano de los propios pobladores que aseguran que esto es la única certeza de justicia que tienen a su alcance.