CIUDAD DE MÉXICO, 1 de marzo.- El presidente Enrique Peña Nieto nombró ayer al mexiquense Ernesto Nemer Álvarez, personaje cercano al mandatario durante su gestión en el Estado de México y colaborador del gobernador Eruviel Ávila, como nuevo titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
El Jefe del Ejecutivo federal, informó Los Pinos, ordenó al nuevo titular de la Profeco fortalecer la promoción y protección de los derechos de los consumidores, así como procurar la equidad, certeza y seguridad jurídica en las relaciones entre consumidores y proveedores de bienes y servicios.
El nombramiento presidencial de Nemer Álvarez se da dos meses después de que la Profeco se quedó sin titular —el 31 de diciembre de 2015—, tras la renuncia de Lorena Martínez para buscar una candidatura a la gubernatura de Aguascalientes.
De acuerdo con el perfil difundido por la Presidencia de la República, Nemer Álvarez es licenciado en Derecho —egresado de la Universidad del Valle de Toluca—; cuenta con diplomados en Gerencia Pública y Política Social por la Universidad Iberoamericana; así como un diplomado en Administración Pública por el INAP.
De 2009 a 2011 fue diputado local por el Distrito 35, en Metepec, Estado de México. Fue coordinador del PRI y presidente de la Junta de Coordinación Política.
Ernesto Nemer empezó su carrera en el sector público cuando trabajó como agente del Ministerio Público. En julio de 1995 fue secretario particular del entonces titular de Gobernación, Emilio Chuayffet.
Luego de presidir la Junta de Coordinación Política en la 57 Legislatura del Estado de México, fue uno de los principales operadores de la campaña de Eruviel Ávila por la gubernatura de esta entidad.
Fue nombrado secretario del gobierno mexiquense en la administración de Ávila Villegas, puesto en el que lanzó una campaña para considerar las iniciativas ciudadanas para el desarrollo del estado.
En el gobierno federal se desempeñó como subsecretario de Desarrollo Social y Humano de la Secretaría de Desarrollo Social, cuando la dirigía Rosario Robles.
FUENTE: EL UNIVERSAL