PLAYA DEL CARMEN, Quintana Roo, 31 de marzo. – No sólo, no ha intervenido la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en los trabajos que se llevan a cabo en la Marina de Puerto Aventuras; sino que a los responsables no les importó que hubiera una clausura por parte de la autoridad municipal y ahora son exhibidos una vez más dejando un mal ejemplo que pone en riesgo al Caribe mexicano.
Y es que, al no haber una acción por parte de las autoridades ambientales; y al no respetar una medida oficial, el Fideicomiso de Puerto Aventuras manda un claro mensaje a los empresarios nacionales y extranjeros de que en este destino se puede hacer lo que quieran sin que haya consecuencias legales.
No podemos olvidar que no es el primer caso en que el Fideicomiso, cuyo presidente Román Rivera Torres, viola flagrantemente las leyes nacionales. En noviembre de 2017, rellenaron la playa de manera ilegal y de forma rápida, utilizando maquinaria pesada, a fin de evitar la clausura.
Por ello, los ambientalistas que exigen que intervenga la Profepa porque se sienta un precedente negativo y que dará pie a que otros inversionistas incurran en este tipo de malas prácticas.
Y es que, recordaron, también en el municipio de Tulum se vive una situación similar, en donde el Grupo Posadas construye su desarrollo turístico en la Bahía de Chemuyil, a pesar de que un juez ordenó se suspendieran los trabajos por una denuncia presentada por varios de estos grupos ambientalistas.