José María Morelos, Quintana Roo, 23 de septiembre de 2025.-Las carnes destinadas al consumo humano se someten a una minuciosa revisión en el rastro municipal, donde, en caso necesario, se decomisan total o parcialmente las vísceras de los cerdos que ingresan para sacrificio si se detecta alguna infección.
Infecciones que eventualmente pueden presentar los animales que llegan al rastro obligan a retirar órganos como hígado o pulmones, con el objetivo de evitar riesgos a la salud de la población.
El director municipal del rastro, Miguel Tuyub Canté, señaló que en las últimas semanas no se han registrado casos que ameriten decomisos, aunque lo más común, cuando ocurre, es la retención de pulmones por neumonía en los animales sacrificados.
“Porque legalmente el médico las tiene que quitar, todo eso que no se permite que esa víscera o esa pieza llegue a carnicería. Hoy por hoy, estamos entregando oficios por una pieza, con imágenes, desde la vista del cerdo ‘pegado’ hasta después del corte, eso es lo que se decomisó, con oficio, firma y sello del director y del decomiso, y hoy por hoy, casi no tenemos de eso”, explicó.
Al ser cuestionado sobre posibles casos de cisticercosis, agregó que desde hace varios años no se han detectado casos de esta parasitosis derivada de la ingesta de huevecillos de la “solitaria”.
Con estas medidas, las autoridades aseguran que la carne que llega a las carnicerías cumple con las condiciones sanitarias requeridas, garantizando la salud de los consumidores.