JOSÉ MARÍA MORELOS, Quintana Roo, 08 de octubre. – Armado únicamente con un par de varas de cobre, un hombre originario de la zona maya de Quintana Roo ha logrado encontrar agua en lugares donde la tecnología moderna ha fracasado. Se trata de Juan Luis Caamal Segura, conocido entre las comunidades como “el buscador de vetas”, quien desde hace más de dos décadas ha permitido que decenas de poblados puedan contar con agua potable.
En entrevista, Juan Luis relató que descubrió su habilidad de manera fortuita, sin saber exactamente cómo adquirió el don. Su historia comenzó cuando fue llamado a colaborar en el poblado de San Isidro Poniente, donde la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) había realizado varios intentos fallidos por encontrar una fuente subterránea.
“Yo busqué la vena donde está el pozo, porque la primera vez cavaron 90 metros y no llegpozos daban. Les dije: ‘no, voy a buscar la vena’. Caminé con mis varas y a los 50 metros se desfondó. Desde ahí he trabajado en San Isidro, en ranchos y mecanizados”, relató el buscador de agua.
Su técnica, explicó, se basa en la radiestesia, un método ancestral que consiste en caminar con dos varas metálicas en forma de “L” que se cruzan al detectar la presencia de agua subterránea. Aunque este procedimiento es considerado una pseudociencia sin base comprobada, en la práctica ha permitido ubicar más de cien pozos en distintas comunidades rurales del municipio.
Juan Luis asegura que no busca reconocimiento, sino contribuir a que los pueblos tengan acceso al vital líquido, sobre todo en regiones donde la escasez golpea con fuerza y los recursos técnicos son limitados.
“Lo importante es que la gente tenga agua. No sé cómo lo hago, solo sé que funciona”, expresó con sencillez.
Para los habitantes de la zona maya, el trabajo de Juan Luis representa una combinación de fe, sabiduría ancestral y necesidad, una manifestación del conocimiento empírico que por generaciones ha permitido a las comunidades sobrevivir en condiciones adversas.