CHETUMAL, Quintana Roo, 07 de febrero. – Habitantes del ejido Morocoy a unos 80 kilómetros de la ciudad de Chetumal instalaron una “caseta de cobro” a la entrada de la zona arqueológica de Dzibanché pues los pobladores aseguran que han sido relegados de los beneficios económicos que representa la afluencia de turistas a este sitio.
El domingo 6 de febrero, los ejidatarios realizaron una asamblea general donde acordaron cerrar el acceso de la carretera que lleva a la zona arqueológica y la instalación de su propia caseta de cobro de 50 pesos a turistas nacionales y de tres dólares a visitantes extranjeros.
Los pobladores señalaron que los ingresos permitirán efectuar reparaciones de la carretera, la casa ejidal y otros servicios que se requieren en la comunidad.
Los ejidatarios recordaron que desde hace 20 años han solicitado al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y a la empresa Aviomar que los ingresos que se obtienen por concepto de entrada a la zona arqueológica de Dzibanché sirvan para atender las necesidades de la comunidad sin que hasta el momento hayan tenido una respuesta a su solicitud por lo que optaron por tomar sus propias medidas.
Un dato relevante es que, durante el año 2021, esta zona arqueológica recibió más de cinco mil turistas lo que dejo una derrama aproximada de unos 300 mil pesos.