PUERTO MORELOS, Quintana Roo, 15 de octubre.- Desde marzo, autoridades de Quintana Roo alertaron que en las playas había una presencia masiva de sargazo, un alga que empaña el agua turquesa de la zona y afecta al turismo.
Autoridades locales y federales implementaron medidas para controlar su llegada y retirarlo de las playas, pero para Omar Vázquez Sánchez esta plaga representó una oportunidad: transformó el sargazo en ayuda para damnificados por los sismos del año pasado.
Fue así como construyó en Puerto Morelos, Quintana Roo, a Angelita, una casa con ladrillos de sargazo, la primera en su tipo en el mundo.
La empresa de Omar se dedica a la venta de plantas de ornato, composta hecha con sargazo, así como a actividades que benefician al medio ambiente y a su comunidad.
La fórmula para hacer los ladrillos la creó una madrugada y dice que en su receta mezcló el amor que tiene por México y un homenaje a su madre Angelita.
“Me inspiró mi tierra, mis raíces, mi niñez. Crecí en una casa de adobe en Ocotlán, Jalisco, luego de pequeño emigré a Estado Unidos y volví a México. En esa casa fue plasmar desde mi infancia hasta lo que he logrado ahora”, comentó.
“Desde la madrugada de un jueves trabajé en los ladrillos y el viernes a las 07:00 de la mañana ya estaba en mi negocio haciendo mezclas y fórmulas. El sábado a las 03:00 de la madrugada obtuve mis dos primeros ladrillos. Ese día llovió, me fui y al volver estaban intactos, aunque húmedos”, relató.
En siete días Omar produjo 3 mil ladrillos y en tres semanas había concluido la casa, que desde el 10 de septiembre sigue intacta.
Angelita fue sólo una prueba piloto, pero Omar continúa mejorando la fórmula que es 100% orgánica y natural y ya logró quitarle una especie de pulga que vive en el alga y el aroma fétido que la caracteriza.
Omar aseguró que Angelita es resistente, ya que de acuerdo con las pruebas a las que fue sometido el ladrillo, la casa no corre peligro de derrumbarse y puede incluso resistir un huracán.
A pesar de que empresarios y particulares han buscado a Omar para adquirir estos ladrillo, cuya patente está en trámite, él no pierde de vista su objetivo: donar las primeras casas para los damnificados del sismo en Chiapas, Veracruz y Oaxaca.
“Yo no quiero que se pierda el que sean casas donadas. Les podemos dar el servicio de venta, pero buscaremos estar donando casas a las personas que de verdad lo necesitan” destacó
Para Omar, su inventó es un regalo: “Dios me lo puso en mi cabeza y en mi corazón, fue seguir mi sueño de hacer algo por mi país y por Puerto Morelos”.
El emprendedor se acercó a la Secretaría de Medio Ambiente, donde recibió apoyo para el proceso de la patente, el trasporte gratuito de la macroalga, así como las pruebas de resistencia del tabique en Ciudad de México.
Mientras prepara las primeras nueve casas que serán donadas en Quintana Roo y Oaxaca, aseguró que tiene más planes para aprovechar la plaga. (FUENTE: Milenio)