La Medicina es una de las muchas profesiones que se actualiza constantemente, pero lo que poco se ha modernizado es el proceso de formación. El servicio social en comunidades marginadas, alejadas y, en ocasiones, inseguras; las jornadas laborales de más de 32 horas; los hospitales sin insumos básicos y, a veces, el trato inhumano, son algunas de las dificultades por las que muchos médicos en formación debemos pasar para culminar nuestra preparación.
El camino continua. Si deseamos cursar una especialidad médica, debemos enfrentar al menos cuatro años más de obstáculos, guardias que en ocasiones son de castigo —o, como prefieren llamarlas, “prácticas clínicas complementarias”— y condiciones deplorables en algunos hospitales. Aunque no ocurre en todos los casos, y es cierto que ha habido ciertas mejoras, estas han sido impulsadas principalmente por las nuevas generaciones de médicos que han asumido roles de mayor jerarquía. Por otro lado, los gobiernos, incluido el actual, no han mostrado interés en realizar cambios significativos.
Hace muy pocos años, debido a la pandemia del COVID-19, el personal del área de la Salud fue premiado, alabado e incluso glorificado por su impecable labor durante esos difíciles meses. Sin embargo, esa situación no bastó para lograr un cambio en las condiciones en las que ejercen millones de trabajadores, ya que incluso el Gobierno Federal advirtió que hará una reducción del 31% del presupuesto de egresos del año 2025 para el Sector Salud. Es inverosímil aceptar que un derecho constitucional cuente con una reducción cuando la percepción pública es que el sistema de salud está a punto de colapsar.
El pasado secretario de Salud, el Dr. Jorge Alcocer, respondió que suspender el servicio social “no es oportuno ni aconsejable” cuando cientos de estudiantes solicitaron dicha suspensión tras el asesinato del médico pasante Erick Andrade en el municipio de Pueblo Nuevo, Durango, siendo este solo uno de los muchos casos ocurridos. Esa respuesta refleja la falta de importancia que se le da a las problemáticas actuales de los médicos en formación en el país.
El mensaje es claro: los médicos en formación debemos ser tratados con respeto y dignidad. No podemos seguir siendo mano de obra barata del sistema de salud. Aunque esta práctica lleva décadas en el país, el cambio debe provenir tanto del personal de salud como del Gobierno Federal. Este último debe impulsar e implementar nuevas medidas acordes con las realidades actuales, donde la remuneración, los horarios laborales y las condiciones de trabajo sean dignas y permitan un sistema de salud eficiente.
Con la llegada del nuevo Gobierno Federal, el personal de salud hace un llamado a la presidenta, la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo y al nuevo titular de la Secretaría de Salud, el Dr. David Kershenobich, para que, si realmente aspiran a tener un sistema de salud de primer mundo, inicien cambios drásticos y reales. Es necesario revisar a profundidad las condiciones actuales de formación del personal de salud, porque, al final del día, quienes más padecen las consecuencias de las buenas o malas decisiones son los pacientes.
*Artículo escrito por: Maximiliano Sánchez Téllez-Girón, médico pasante, con el objetivo de dar voz a los médicos en formación y alentar un cambio real en el sistema de salud mexicano.
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