WASHINGTON, 2 de marzo.-Donald Trump consolidó su ventaja en la carrera por la nominación republicana para las elecciones presidenciales en Estados Unidos, aunque no consiguió eclipsar a sus rivales ni atraer a sus filas a reticentes líderes del partido.
El magnate de bienes raíces se proclamó como un “unificador” el martes por la noche luego de ganar en siete estados, desde el centrista Massachusetts hasta el conservador sureste.
Su declaración cayó en oídos sordos, ya que sus rivales siguieron incólumes y la élite republicana continuó sin estar dispuesta a aceptarlo como su abanderado en las elecciones del 8 de noviembre para reemplazar al presidente demócrata Barack Obama.
Sus últimas victorias también agravaron el problema para un partido cuyos líderes son críticos de muchas de las posiciones y valores de Trump y se muestran escépticos de que pueda derrotar a la probable candidata demócrata, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, en noviembre.
Si bien aún deben unirse detrás de una estrategia única, los republicanos anti Trump comenzaron a moverse. El grupo activista conservador Club para el Crecimiento dijo haber frenado al multimillonario en algunas primarias con publicidades críticas.
Algunos donantes del partido, incluido el mánager de fondos de inversión Paul Singer y Meg Whitman, presidenta ejecutiva de Hewlett-Packard Enterprise, organizaron una conferencia telefónica el martes para recaudar fondos destinados a un esfuerzo anti Trump, informó el diario The New York Times.
Los demócratas aprovecharon el caos. El líder de la minoría en el Senado, Harry Reid, dijo que Trump era un “monstruo” que los republicanos produjeron con sus años de hostil oposición a todas las iniciativas del Gobierno de Obama.
“Los republicanos lo crearon al pasar siete años apelando a algunas de las fuerzas más siniestras en Estados Unidos”, dijo Reid el miércoles en el Senado.
FUENTE: EL EXCELSIOR