CIUDAD DE MÉXICO, 24 de Enero.- México podría abandonar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) si no logra obtener mayores beneficios en la renegociación con Estados Unidos, dijo este martes el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal.
México, Estados Unidos y Canadá son grandes socios comerciales bajo el TLCAN, vigente desde 1994.
Donald Trump busca revisar el tratado y ha dicho que podría abandonarlo si no obtiene más beneficios para su país. También ha hablado de fijar un impuesto fronterizo a empresas estadounidenses que trasladen empleos al extranjero y envíen sus productos terminados a Estados Unidos.
Esta semana Guajardo y el canciller de México, Luis Videgaray Caso, se reunirán en Washington con funcionarios del Gobierno de Trump para conversaciones de alto nivel sobre temas de comercio, migración y seguridad.
“Este tratado tiene que llegar con una estrategia en donde todos ganen. Es imposible venderlo aquí en casa si no hay claros beneficios para México”, dijo Guajardo en una entrevista con la cadena Televisa.
“No habría otra opción (que una salida) ¿Ir por algo que sea menos de lo que tenemos? No tiene sentido quedarnos”, destacó.
Trump dijo el pasado domingo, dos días después de asumir la presidencia, que comenzaría pronto la renegociación del TLCAN con Canadá y México. Por su parte, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, quien se reunirá la próxima semana con Trump, dijo ayer lunes que buscará que no se establezcan aranceles ni cuotas.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto dijo que “ni confrontación, ni sumisión. La solución es el diálogo y la negociación” con el nuevo gobierno de Estados Unidos, que encabeza Donald Trump.
Mientras Donald Trump firmaba el decreto que oficializa la salida de Estados Unidos del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por su sigla en inglés), Peña Nieto anunció que México procederá a pactar nuevos tratados con los socios del bloque y apostará por la búsqueda de más socios comerciales para el país.
México se prepara para una dura batalla con el nuevo Gobierno estadounidense, no solamente en materia de comercio, sino también para defender a sus inmigrantes y en temas de seguridad. Ambos países comparten una extensa frontera de 3,200 kilómetros, a menudo conflictiva. (FUENTE: El Economista)