José María Morelos, Quintana Roo, 24 de septiembre de 2025.– Campesinos de temporal que sembraron en junio, tras las primeras lluvias previas a la canícula, perdieron sus cultivos a causa de la falta de precipitaciones, mientras que quienes esperaron hasta agosto mantienen mejores posibilidades de obtener cosecha a mediados de octubre.
De acuerdo con productores locales, la temporada de canícula fue más prolongada de lo habitual este año, pues las altas temperaturas se mantuvieron desde junio hasta mediados de agosto. Las primeras lluvias generaron confianza en algunos campesinos, quienes depositaron la semilla; sin embargo, gran parte fue extraída por aves y lo poco que germinó terminó siniestrado semanas después por la sequía.
Juan Luis Caamal Segura, campesino de la comunidad Aguada La Presumida, relató que en su caso decidió sembrar en agosto y, aunque las lluvias han sido esporádicas, han permitido un mejor desarrollo de sus plantas. Indicó que utilizó semilla de maíz de ciclo corto y confía en iniciar la cosecha a más tardar a mediados de octubre, ya que hasta ahora su milpa presenta un crecimiento óptimo.
Los productores señalaron que la experiencia de este año confirma la necesidad de ajustar los tiempos de siembra a las variaciones climáticas y de reforzar el apoyo a la agricultura de temporal, que sigue siendo la más vulnerable ante fenómenos como la sequía prolongada.