Putin ve una mano negra ucraniana detrás del atentado terrorista en Moscú

El presidente ruso Vladimir Putin enciende una vela para conmemorar a las víctimas de un ataque terrorista en la sala de conciertos Crocus City Hall en un día de luto nacional en Moscú, Rusia, 24 de marzo de 2024. El 24 de marzo, Rusia celebró un día de luto nacional por las víctimas del ataque terrorista en el Ayuntamiento de Crocus de Krasnogorsk. Según las autoridades rusas, al menos 152 personas murieron y más de 100 fueron hospitalizadas después de que un grupo de hombres armados atacara la sala de conciertos en la región de Moscú la tarde del 22 de marzo. Once sospechosos, incluidos los cuatro pistoleros directamente involucrados en el ataque terrorista, han sido detenidos, dijeron funcionarios rusos. (Terrorista, Atentado terrorista, Rusia, Moscú) EFE/EPA/MIKHAIL METZEL/SPUTNIK/PISCINA KREMLIN

El presidente ruso, Vladímir Putin, vio hoy una mano negra ucraniana en el atentado terrorista perpetrado el viernes en una sala de conciertos a las afueras de Moscú, donde murieron 139 personas, pese a que el ataque fue inmediatamente reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

“Y los nazis, como es bien sabido, nunca han tenido reparos a la hora de emplear los medios más sucios e inhumanos para lograr sus objetivos”, dijo durante reunión con miembros del Gobierno y las fuerzas de seguridad que fue transmitida en directo por la televisión.

Putin se negó a aceptar sin la menor duda la hipótesis presentada por los servicios de inteligencia occidentales de que el atentado es obra del Estado Islámico de la Provincia del Jorasán (ISPK, por sus siglas en inglés).

“Sabemos por medio de quien se cometió ese crimen contra Rusia y su pueblo. Nos interesa quién lo encargó”, afirmó.

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Ucrania es culpable

Durante su intervención Putin hizo preguntas a sus interlocutores, varias de las cuales las respondió él mismo, aunque aseguró a renglón seguido que las pesquisas deben ser objetivas y estar exentas de “trasfondo político”.

El atentado de Moscú “se inscribe de manera totalmente lógica en los sangrientos actos de intimidación” cometidos por Kiev, comentó, en alusión a las incursiones fronterizas y sus ataques contra la anexionada península ucraniana de Crimea.

Putin recordó que justo ahora es cuando ha fracasado “completamente” la contraofensiva ucraniana y el ejército ruso tiene la iniciativa en el frente, por lo que Ucrania necesita demostrar que “no todo está perdido”.

“Hay que responder a la pregunta de por qué los terroristas después de cometer el crimen intentaron huir justo por Ucrania, quién les esperaba”, señaló.

El rastro occidental

Además, también se preguntó “¿quién se beneficia del ataque?” que tuvo lugar justo al día siguiente de que Putin fuera declarado presidente electo por otros seis años.

“Este crimen puede ser sólo un eslabón de una serie de intentos por parte de aquellos que combaten desde 2014 contra nuestro país con las manos del régimen neonazi de Kiev“, respondió.

Al mismo tiempo, admitió que los que apoyan a Kiev “no quieren ser cómplices del terror y patrocinadores del terrorismo. Pero, efectivamente, hay muchas preguntas”.

Y acusó a Kiev de limitarse a “cumplir las órdenes de sus patrocinadores occidentales, luchar hasta el último ucraniano, obedecer las instrucciones de Washington (…) Arrancar de esa forma nuevo armamento y dinero adicional”, subrayó.

Putin defiende al mundo musulmán

Putin denunció los intentos de Estados Unidos de “persuadir a sus satélites y otros países del mundo de que, según sus datos de inteligencia, supuestamente, no hay rastro de Kiev en el atentado de Moscú, que el sangriento acto fue cometido por seguidores del Islam, miembros de la organización prohibida en Rusia, Estado Islámico“.

“¿Cómo los islamistas radicales, que se posicionan como musulmanes ortodoxos, que profesan el conocido como Islam puro, proceden a cometer horribles barbaries y crímenes en el mes sagrado para los musulmanes, el Ramadán?”, se preguntó.

Seguidamente, se volvió a cuestionar si, “realmente, las organizaciones radicales y terroristas islámicas están interesadas en lanzar ataques contra Rusia que a día de hoy aboga por un arreglo justo al agudo conflicto en Oriente Medio“.

“Sabemos que el crimen fue cometido por medio de islamistas radicales, cuya ideología el propio mundo islámico lleva siglos luchando”, aseveró.

En cambio, el presidente francés, Emmanuel Macron, lo tiene claro y reconoció el lunes que el ISPK también ha estado en los últimos meses detrás de “varias tentativas” de atentados en su país y se mostró dispuesto a cooperar con Moscú, con el argumento de que el Estado Islámico también es “enemigo” de Francia.

Por ese motivo, ordenó la alerta máxima por riesgo de atentado “como medida de precaución” al advertir que los yihadistas no sólo envían a sus propios comandos sino que incitan a que otras personas actúen en su nombre, como en la capital rusa.

Mientras el Estado Islámico se responsabilizó del ataque en varios vídeos, Ucrania ha negado categóricamente tener algo que ver con el atentado.

El Kremlin no sabe de torturas

Previamente, el Kremlin se negó a comentar la inquietante imagen de la llegada de los cuatro principales sospechosos al tribunal de Moscú, donde fueron arrestados hasta el 22 de mayo.

Los cuatro ciudadanos tayikos presentaban señales de violencia, uno en camilla y con un catéter, el otro sin una oreja -mutilación en la que participó un conocido ultranacionalista, según blogueros militares rusos- y los dos restantes con el rostro hinchado y lleno de moratones.

“La respuesta a la barbarie no debe ser la barbarie”, comentó el Comité contra la Tortura.

Con información de EFE

Vía López Dóriga Digital

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