Quien se mueve sí sale en la foto: EPN

CIUDAD DE MÉXICO, 7  de marzo.-. Con miras a la sucesión presidencial de 2018, el presidente Enrique Peña Nieto consideró que ahora existe una mayor vitalidad en la forma de hacer política y aseguró que será el desempeño de cada aspirante lo que le dé oportunidad de ser tomado en cuenta por los partidos para ser candidato.

-¿Todavía opera esto de que quien se mueve no sale en la foto?

-Creo que ocurre un tanto lo contrario. Esto es una expresión que no necesariamente proyectaba lo que realmente ocurría -dijo el mandatario en entrevista con Grupo Imagen Multimedia.

Expresó que hoy ya es un tiempo muy distinto al del régimen hegemónico o de dominancia de un solo partido político, “en donde la voz de un solo hombre, entonces, era el que marcaba el rumbo, y en donde había muy poca competencia política”.

Aseguró que será respetuoso del proceso interno de su partido y que espera que elija a un candidato altamente competitivo.

Durante la conversación, el Presidente habló sobre el proceso electoral en Estados Unidos, las candidaturas independientes en México, la situación económica, la percepción que existe sobre su gobierno, la visita del Papa y la seguridad pública, entre otros temas.

Peña Nieto descartó que haya un escenario en el que sea posible que México pague el muro que exige el precandidato republicano Donald Trump. Dijo que su gobierno mantendrá la búsqueda de puentes de entendimiento con quien resulte Presidente del vecino país.

Respecto del clima de inconformidad que existe en sectores de la sociedad sobre el gobierno y los políticos, consideró que no siempre está fundamentado.

“Hoy, como la información va corriendo de manera muy rápida, a veces es información distorsionante, que parte de falsedades o de mentiras, y que llegan a generar, a veces, una percepción de verdad, cuando no es así, entre la sociedad.”

En relación con el caso Iguala, el Ejecutivo consideró que “ha sido un tema muy trastocado, con mucha opinión, y que ha distorsionado mucho el trabajo serio, profundo y cuidadoso” de la PGR.

Sobre la presencia del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que investiga el caso Iguala, el Presidente dijo que el acuerdo con ellos es que se extendió el plazo a un periodo igual al que habían estado ya anteriormente, que fue de seis meses más, “espero yo, llegado ese tiempo, haya conclusiones ya sobre el tema.”

Peña afirmó que México está en la ruta del crecimiento, y, si no se ha avanzado más, es porque “no somos una economía aislada del mundo”.

Respecto de Pemex, dijo que es viable y solvente, pero necesita eficientar procesos y volverse mucho más competitivo.

“No coincido con Trump”

En entrevista, el Presidente Enrique Peña Nieto asegura que no existe escenario en el que México pague el muro que propone el aspirante republicano a la Casa Blanca; confía en la mesura de los estadunidenses; en el contexto nacional afirma que entiende muy bien el ánimo de crispación social que hay, a veces, abonado por realidades distorsionadas.

Lo que el gobierno que yo encabezo hará con quien resulte presidente electo de EU será mantenernos en esta búsqueda de acuerdos.”

Enrique Peña Nieto, presidente de México, habla en entrevista especial con Excélsior sobre las declaraciones hechas por Donald Trump, así como de los cambios y las transformaciones que ha impulsado su gobierno, basadas en las reformas estructurales.  Además de explicar la enorme importancia de los acuerdos con Estados Unidos, el mandatario toca el tema de los candidatos independientes, la extradición de El Chapo y el frente común que el gobierno federal está haciéndole a la corrupción.

Señor Presidente, muchas gracias por conversar con Excélsior y Grupo Imagen Multimedia.

-Pascal, muchas gracias por esta oportunidad, y es un gusto tener este espacio y, sobre todo, poder llegar a su auditorio.

Donald Trump insistió sobre el tema del muro en la frontera. Dijo que si él es Presidente, él va a encontrar la manera de que México pague por el muro. ¿Hay algún escenario, por supuesto, tomando en cuenta que él llegue a ser Presidente, hay algún escenario en el que México pagaría por el muro en la frontera?

—A ver, no hay escenario y además yo he de decir que lamento y, por supuesto, que no puedo tener punto de coincidencia con este posicionamiento que hemos observado de este actor político norteamericano.

Sin embargo, es un tema que todavía está por definirse, quiénes serán los candidatos y lo que el gobierno que yo encabezó hará, con quien eventualmente resulte Presidente electo de Estados Unidos, a finales de este año, será mantenernos en esta búsqueda de hacer acuerdos, de tender puentes de entendimiento, de buscar soluciones conjuntas a problemas que nos son comunes y de mantener un clima, que es el que México siempre ha privilegiado, de respeto mutuo y de acuerdos conjuntos para impulsar la productividad y competitividad de Norteamérica.

Yo espero que ésta sea realmente la vista y, sobre todo, sea el ánimo que prevalezca en el gobierno, que eventualmente resulte elegido en Estados Unidos.

¿Es un tema de retórica, de momento de la campaña? ¿Finalmente se impone el pragmatismo en la relación México-Estados Unidos, independientemente de quien gane?

—Mira, yo no sé si sea sólo retórica. Yo lo que sí advierto hoy en distintas partes del mundo y aquí creo que es marcadamente, obviamente, la importancia que tiene el gobierno y Estados Unidos en particular.

Este tono estridente. Este tono, a veces yo he señalado los riesgos del populismo, que no es más que estos tonos, que lo mismo se dan de la izquierda que se dan en la derecha, si fijáramos o quisiéramos ubicarlos en algún lugar ideológico.

Pero, al final de cuentas, son estas expresiones estridentes que buscan plantear soluciones muy fáciles, muy simples, a problemas que, por supuesto, no se resuelven así de fácil.

La historia de la humanidad nos muestra que los retos, los problemas que una sociedad enfrenta toman su tiempo. El tema es ser perseverantes en la forma en la que se atienden estos problemas.

Y ha habido episodios de la historia de la humanidad, lamentablemente, donde estas expresiones, de esta retórica estridente, sólo ha llevado realmente a escenarios muy fatídicos dentro de la historia de la humanidad.

Así llegaron Mussolini y así llegó Hitler: aprovecharon justamente un contexto, quizá, de un problema que vivía la humanidad entonces, después de una crisis económica. Y creo que lo planteado llegó a donde conocemos hoy por la historia, a una conflagración mundial.

Esto es lo que no queremos que pase en ninguna parte del mundo.

Y México, repito, y mi gobierno, será absolutamente testigo y respetuoso del proceso que tenga Estados Unidos.

Es como si también alguien se atreviera a hablar de los procesos electorales que tenemos en nuestro país; alguien de allá se atreviera a hacer señalamientos u opinar sobre quienes eventualmente son candidatos. Creo que no se aceptaría, no sería aceptable, pero igual es la posición que mantiene mi gobierno: de ser expectante ante ese tema.

Y yo espero que realmente quepa entre el electorado de allá, la prudencia, la mesura y al final de cuentas resulte un gobierno con el que mantengamos, como hasta ahora lo hemos hecho con el gobierno de Estados Unidos, de buscar el diálogo, seguir construyendo puentes de entendimiento, en un marco de absoluto respeto mutuo.

Lo estamos viendo en Estados Unidos, lo hemos visto en México, hay veces que el electorado se enoja. Parece que el electorado está enojado en estos momentos en muchas partes del mundo y surgen las figuras de los candidatos no tradicionales. ¿Usted cómo ve a estos candidatos no tradicionales o independientes?

—Creo que al final de cuentas los que tienen origen en un partido o en una posición o en una condición independiente, al final de cuentas se enfrentan a la tarea de hacer gobierno.

Y la tarea del gobierno para todos implica un reto, un desafío; problemas que el día a día te va deparando, y que yo creo obligan necesariamente a la construcción de acuerdos.

Este gobierno, el que yo encabezo, ha impulsado cambios, ha impulsado transformaciones, ha impulsado reformas que, sin duda, van a marcar y van a permitir que México avance de forma más acelerada en los próximos años.

Y no se construyeron en el aislamiento, ni en una visión unilateral o personal, sino fueron producto de un consenso, de un acuerdo.

Primero, de una disposición a olvidar las diatribas, las críticas y los señalamientos que eventualmente la política hubiese dado espacio en el pasado para construir con distintos actores, con distintas expresiones políticas.

Creo yo que hoy estamos viendo algo que además lo posibilita, y es parte de un logro de nuestra democracia, el que haya candidaturas independientes.

Es una forma de abrir espacios de participación a los ciudadanos que quieren intervenir en la política, que quieran competir en una justa democrática, y no teniendo necesariamente un origen partidario.

Pero, a final de cuentas, la autoridad que resulte electa se va a enfrentar a los problemas y a los retos que significa gobernar, hacer gobierno. Y creo que eso no se puede hacer de forma aislada.

¿Tiene fundamento el enojo contra los políticos y los partidos tradicionales?

—Hoy el mundo, y México no es excepción, está viviendo un ritmo en los cambios que nuestra sociedad está teniendo, muy rápidos, muy acelerados.

El acceso al conocimiento, las plataformas que hoy nos permiten acercarnos de manera mucho más rápida y ágil al conocimiento universal; el tener hoy distintas formas de expresar las posiciones que cada ciudadano tiene en las distintas plataformas, tanto ordinarias, como hoy las nuevas que nos da la era digital.

Yo creo que eso ha generado este ritmo mucho más acelerado, y a veces ha generado, creo yo, en el mundo entero, enojos entre la sociedad que no necesariamente tienen sustento.

Porque yo creo que hoy como la información va corriendo de manera muy rápida, a veces es información distorsionante, que parte de falsedades o de mentiras, y que llegan a generar, a veces, o a generar una percepción de verdad, cuando no es así entre la sociedad.

Cuando eso pasa, inevitablemente vas a encontrar ciertos enojos entre la sociedad.

Yo decía, a propósito ahora de la visita del Papa, ésta es una sociedad en la que nos toca vivir en una era en la que nos movemos a este ritmo tan acelerado, en la que hoy las sociedades tienen una expectativa de vida como no la habían tenido nunca en su historia.

Hoy las sociedades tienen mayor expectativa de vida, tienen acceso a medicamentos y a avances científicos, que permiten hoy curar enfermedades que en el pasado no se curaban; el acceso al conocimiento. Y, sin embargo, pareciera que hubiera un cierto grado de insatisfacción.

Yo espero que esto, obviamente, en este cambio tan acelerado, creo que llega a un punto, a la cúspide, yo creo, que de este entorno, y tendrá que moderarse y tendrá que estabilizarse.

La sociedad, creo que gradualmente estará entendiendo de mejor manera y dándole crédito a ciertas plataformas, cuando las tengan, y descartando las que eventualmente llegan a distorsionar escenarios de realidad.

Pero, ¿hay algo que debiera hacer la clase política, los políticos tradicionales, usted, Presidente de la República, para atender esa crispación en esa ausencia de futuro que tiene mucha gente?

—Yo creo que los partidos y los gobiernos, que es lo que a mí me ocupa, en este caso al frente del gobierno de la República, entendemos este ánimo y, por supuesto, que no, ni me mantengo pasivo y no significa que no lo escuchemos.

Entendemos muy bien este ánimo de crispación social que hay a veces. Te repito y yo creo que por realidades distorsionadas, por tanta información que corre a veces a través de distintas plataformas.

Nos ocupan eventualmente y, por supuesto, dar atención a los temas que son mucho más sensibles y que se entiende tiene la gente.

Y el gobierno ha estado en esta apertura. Este no es un gobierno ni cerrado. Es un gobierno que siempre ha estado en el ánimo de escuchar, de atender, de dar respuesta, de no generar falsas expectativas.

Es un gobierno que ha buscado siempre hablar con la verdad y de decir las cosas con toda claridad de lo que podemos hacer, de los problemas que nos toca vivir, cómo los estamos enfrentando, qué decisiones tomamos ante distintos escenarios que hoy el mundo nos está planteando, y cómo esperamos actuar o cómo estamos actuando de manera responsable, para que el país mantenga su grado de estabilidad, de orden, de armonía social, de poder seguir manteniendo nuestra estabilidad económica, política y social, entendiendo esta vorágine con la que hoy estamos viviendo como sociedad.

¿Cuánto abona a esta crispación y cuánto dificulta el trabajo del gobierno de la República, pues labores que son muy cuestionadas, como la de algunos gobernadores, como el gobernador de Veracruz y otros que han sido muy cuestionados? ¿Cuánto estorba? ¿Cuánto afecta a la labor del gobierno federal este tipo de actitudes que han sido cuestionadas por la ciudadanía?

—Ahí lo primero que hay que entender es que el gobierno de la República tiene una misión y una tarea.

Yo he señalado de forma reiterada cuáles son los grandes objetivos que se ha planteado mi gobierno.

Yo diría y podría sintetizarlo en uno: que es romper barreras y obstáculos, poder alcanzar cambios estructurales, cambios que el país necesitaba, pudieran tener lugar, como de hecho ya han pasado.

Ahí está todo un paquete de reformas, que hoy estamos en etapa de instrumentación, pareciera que fuera un tema agotado, que ya fue del pasado.

No. Está más vigente que nunca, porque las reformas son parte, precisamente, hoy estamos trabajando para instrumentar con estas reformas; y los beneficios que van a dar a la sociedad, muchos ya se sienten hoy, en la economía de las familias mexicanas.

Han estado, por ejemplo, una disminución en las tarifas de la telefonía, en las tarifas de electricidad; en las tarifas, incluso de la propia gasolina, diesel, el gas, en todos estos insumos energéticos y en el acceso a mayores niveles de crédito, el acceso al crédito que están teniendo las pequeñas, particularmente, pequeñas y medianas empresas, quienes tienen iniciativa empresarial.

Bueno, todo esto es consecuencia de la aplicación de las reformas, pero todavía tendrán su grado de maduración, o sea, no se van a lograr, el beneficio ya, ni está agotado, creo que todavía México debe esperar de la instrumentación de estas reformas mayores beneficios y mayores alcances.

¿Le pone un plazo, Presidente?

—Yo creo que no tiene un plazo. La Reforma Energética sigue su rumbo de instrumentación y mucho de lo que se depare en inversiones, que demande la Reforma Energética pues, van a tener un periodo o plazo de aplicación mucho mayor. Cuándo vamos a ver el primer barril de petróleo extraído de aguas profundas, yo creo que tomará todavía, a partir de ahora, cinco años por lo menos.

O sea, son grandes inversiones que van a generar mucho empleo en nuestro país. Creo que ésta es una de las reformas que van a permitir atraer inversión productiva y generar empleo, pero, obviamente, su maduración todavía tomará más tiempo.

Hay otros proyectos de infraestructura que también van a tomar más tiempo.

Al final de cuentas, creo que para este gobierno, lo más importante es perseverar en la concreción de estas metas, en avanzar lo que yo comprometí ante la ciudadanía, de buscar un país mucho más seguro.

Estamos avanzando, hemos enfrentado momentos, ciertos retos, el de que mantengamos la estabilidad economía de nuestro país y que tenemos definiciones y decisiones, que las estamos haciendo ante lo que está ocurriendo en el mundo, en lo económico, en lo financiero, bajos precios en petróleo, una gran incertidumbre en los mercados financieros, todo eso nos ha llevado a optar por hacer ajustes en el gasto, para actuar de forma responsable y cuidar lo más importante, la estabilidad económica en nuestro país.

Hoy hay generaciones que no se acuerdan de momentos de crisis que tuvimos en el pasado, que ya tuvimos pasado, no las queremos, no queremos que se repitan, y por eso estamos actuando con responsabilidad.

“Depende Pemex de su reestructura”

Ya lo dijo usted, el entorno es cada vez más complicado, y en ese entorno, el gran reto sigue siendo el crecimiento. Los tres primeros años del sexenio, promedian 2 por ciento. Parece poco, digamos, si lo comparamos con las necesidades, pero también con lo logrado en los últimos 30, que es de 2.5% en promedio. ¿Cómo atender el reto del crecimiento, Presidente?

—A ver, yo creo que hay una gran oportunidad, que es en lo que hace a las reformas de orden económico que se han logrado materializar, creo que ahí hay una asidero, hay una plataforma, que nos va a permitir como país crecer de manera más acelerada.

Hoy no está ocurriendo así, como fuera nuestro deseo y la meta trazada, porque el mundo no está creciendo. No somos una economía aislada del mundo, no tenemos un espacio propio, somos una economía que interactúa y tiene una enorme interdependencia con el resto de las economías del mundo.

¿Qué está pasando en otras partes del mundo? No están creciendo.

Hay economías importantes en la región, como Brasil, por ejemplo, que no está, al contrario han decrecido sus economías; otras regiones del mundo con las que tenemos relación, Asia, no están creciendo al ritmo que lo venían haciendo, y una economía con la que tenemos, sin duda, nuestra mayor alianza estratégica y la mayor dependencia, sin duda, la economía norteamericana, que tampoco ha logrado alcanzar niveles de crecimiento como era de esperarse.

Ante ese escenario,y además en un clima de gran incertidumbre por lo que pueda pasar en el crecimiento de las economías, que todo el mundo pronostica que será menor el crecimiento que esté en los próximos años, evidentemente México no ha logrado estar en un ritmo de mayor crecimiento, pero al final de cuentas, sólo en contraste, lo que va en estos primeros años, el nivel de crecimiento que hemos tenido, si lo contrastaras con las dos últimas administraciones, son crecimientos positivos.

Yo he señalado y he dicho. A ver, para quienes eventualmente señalan que por qué no crecemos más, bueno, hay que ver qué está pasando en el mundo.

Hay que ver lo que le está pasando a otras economías. Somos de las pocas economías en el mundo que están teniendo crecimientos positivos, no a las tasas deseadas, y menos ante la caída de los precios del petróleo, que si desagregáramos, quitáramos ese componente del peso de la economía, el crecimiento que México estaría teniendo, o está teniendo, quitando ese componente, es de más de 3 por ciento.

Presidente, dígale a los mexicanos que tienen incertidumbre respecto al futuro. ¿Cuál es el peor escenario que pudiéramos enfrentar en los próximos tres años en lo económico?

—A ver. Yo pienso en lo positivo. Yo creo que México tiene de verdad, y lo digo además con la convicción total y absoluta, creo que ante las decisiones que hemos tomado, la ruta que hemos optado, México va a tener en los próximos años, mayor crecimiento económico, se va a generar más empleo. Hemos alcanzado cifras de empleo récord e históricas, que nunca habíamos tenido.

Estos tres primeros años de la administración se han generado casi un millón, cerca de un millón 700 mil empleos, que no se habían logrado en ninguna otra administración de las últimas cinco que ha habido, es decir, de los últimos 30 años, en los primeros tres años de un gobierno no se había alcanzado este nivel de empleo, y creo que vendrá más empleo, porque creo que van a venir más inversiones a invertir en nuestro país.

México hoy se proyecta en el mundo como una de las naciones, que dadas sus reformas, dadas las medidas que ha tomado el gobierno, como una economía estable, como una economía que, además, hoy las calificadoras financieras han ratificado la calificación crediticia que tiene México, es decir, qué tan confiable es México para invertir.

Y creo que esto es lo que tenemos que cuidar de nuestro país, para que siga llegando inversión, que por cierto, también ya hemos alcanzado niveles récord de inversión extranjera registrada en nuestro país, y estoy seguro que vendrá mucho más, que se va a generar más empleo.

Estamos registrando, también, el número de turistas más alto que hubiésemos alcanzado en cualquier otro periodo, 32 millones de turistas. Esto genera derrama económica, sobre todo para lugares donde el turismo se vuelve la actividad económica más importante de ciertos lugares. El que tengamos este número de visitantes, no los teníamos hace tres años, hace tres años no pasábamos de 24 millones de turistas, hoy hemos tenido el año pasado, alcanzamos 32 millones de turistas, que vienen a generar empleo, que derraman aquí recursos y que van en beneficio de las familias mexicanas.

En fin. Creo yo que México está en la ruta de crecimiento, en su economía, de estabilidad, y que quizá no se logre apreciar suficientemente ante un contexto mundial, que efectivamente está cargado de mucha incertidumbre, de gran volatilidad y de poca claridad con respecto de qué va a pasar en el mundo.

México, frente a ese escenario, se mantiene como uno de los países más confiables, que proyecta confianza, y en donde yo creo que tendremos un crecimiento muy alentador en los siguientes años.

Presidente, Pemex parece estar en la peor situación financiera, a lo mejor de toda su historia. Si fuera una empresa privada estaría quebrada. ¿Qué va a pasar con Pemex? ¿Es suficiente el ajuste que se anunció, o va a ser necesario que el contribuyente rescate la empresa?

—A ver, Pemex es una empresa viable, es una empresa solvente, y es una empresa, sin duda, que tiene el apoyo del gobierno de la República.

Pemex está enfrentando, como empresa petrolera, los problemas que todas las empresas petroleras del mundo tienen, que hoy tienen; se han caído los precios del petróleo, digo, no a niveles no vistos, porque han estado más bajos.

Pero finalmente de la historia reciente de los precios del petróleo, en un nivel bastante bajo, todas las empresas petroleras ante ese escenario han tenido que hacer ajustes. Es justamente lo que Pemex tiene que hacer, ajustar su gasto; posponer, quizá, algunos proyectos de inversión que tiene; tiene que eficientar sus procesos, tiene que volverse una empresa mucho más competitiva.

Tiene en ventaja, además, yo creo que dos escenarios. Primero. Que tiene el respaldo que el gobierno ha hecho a esta empresa, pero que no puede depender de ello. Tiene que depender realmente de su reestructura interna.

Y segundo. Yo creo que la Reforma Energética le da una gran oportunidad, que las otras empresas petroleras no tienen.

Tiene hoy la posibilidad, gracias a la Reforma Energética, medios o formas que encontrar mecanismos alternos para seguir invirtiendo y seguir siendo una empresa con capacidad de producir más.

Puede generar alianzas estratégicas con el sector privado, puede recurrir a asociaciones que le permitan hacer importantes inversiones en diferentes proyectos, eso se lo permite la Reforma Energética.

Yo creo que por un lado tiene o enfrenta los problemas que al igual que las otras empresas petroleras tienen, pero con ventajas que le da, sobre todo, el marco de la Reforma Energética para encontrar cómo de mejor manera hacerle frente a este escenario complejo que se tiene ante la caída de los precios del petróleo.

¿Tendrá que ajustar su plantilla laboral?

—Tendrá que hacer ajustes para eficientar y, sin duda, impactará obviamente en el número de empleos que tiene, en el número, digo, cómo hacer más con menos, cómo eficienta sus procesos, es una definición que internamente tomará Pemex, pero tiene que recortar sus gastos, tiene que reducir sus gastos.

Se ha anunciado ya un recorte de especial relevancia de 100 mil millones de pesos, y lo más importante es que de acuerdo con lo anunciado por la propia Dirección de Pemex, podrán hacer este ajuste sin reducir la producción del petróleo, sin poner en riesgo la producción petrolera.

“Iguala, un tema que se ha distorsionado”

Presidente, déjeme cambiar el tema, paso al tema de la seguridad. Pasó menos de año y medio después de los hechos de Iguala y nuevamente nos enteramos que un cuerpo policiaco secuestró personas, las puso en manos del crimen organizado que las asesinó y trató de desaparecer sus cuerpos. ¿Cuándo tendremos unas policías de verdad, es decir, parecería que el esfuerzo que se está haciendo no tiene punto de llegada?

—Yo creo que sí lo tiene y yo creo que hay algo en lo que estamos claros entre la iniciativa que yo presenté al Congreso y entre la visión que tienen las distintas fuerzas políticas que espero puedan procesar muy pronto ya la iniciativa presentada para crear los mandos estatales únicos.

Es evidente que hay un gran deterioro en la operación de las corporaciones policiacas; hay más de mil 800 corporaciones policiacas en el país, y es claro que el crimen organizado también hoy trabaja de manera mucho más sofisticada, tiene medios financieros y formas mucho más complejas de operar, y ante ello el Estado tiene que también evolucionar y preparase de mejor manera para hacerle frente a la delincuencia organizada.

La forma que yo he propuesto es: consolidemos corporaciones policiacas que realmente nos den mayor garantía, que sean mucho más profesionales, no se ha hecho esta tarea, porque hay una fragmentación realmente por el número de corporaciones policiacas.

Hay quienes suponen que un modelo intermedio pudiera ser la solución.

A donde lleguemos, tenemos un punto de coincidencia entre la iniciativa presentada y las expresiones que he escuchado de distintas fuerzas políticas, el modelo actual no puede seguir funcionando.

El modelo actual tiene que cambiar y hay que hacerlo ya, porque la instrumentación de ese modelo también tomará su tiempo, no es solamente hacer el cambio legal, sino después es aplicar ese cambio legal y tomará su tiempo.

Y creo que hoy nos ocupa acelerar la atención que demos en el tema de seguridad. Hemos hecho esfuerzo, creo que se ha logrado contener el nivel de violencia que teníamos en el país, creo que ha habido una disminución comparado con 2012 de homicidios cometidos en el país.

Tuvimos un pequeño repunte en 2014 hacia 2015, pero aún menor todavía que el escenario tan violento que tuvimos en 2012, y previo a este año 2011, 2010 que yo creo que fue el punto más crítico, bueno, pero no será suficiente, tenemos que cambiar el modelo policiaco y hoy está la gran oportunidad.

Presidente, dicen que en retrospectiva todos tenemos visión 20-20.

—Sí.

¿Usted qué hubiera hecho distinto en el caso de Iguala, qué dejó de hacer o qué hizo mal el gobierno de la República para atender esta situación?

—Mira, son de los hechos donde yo creo que hubo enormes distorsiones a un empeño real y genuino del gobierno de la República.

Primero. Por ocuparse de un tema tan sensible y trágico como lo ocurrido en Iguala, de que la Procuraduría General de la República hubiese atraído la atención de ese tema que pudo haberse quedado en el orden local y lo atrajo al involucrar o al tratarse del crimen organizado y de buscar hacer toda una averiguación, profunda, seria.

Me parece como no se había hecho nunca antes entre los trabajos periciales y la averiguación que se hicieron y que se continúan haciendo, es un tema que todavía sigue en investigación profunda y teniendo claridad que no había nada que ocultar.

Tan es así que el gobierno estuvo en apertura de invitar a instancias internacionales para que coadyuvaran, no para que reemplazaran a la autoridad que lo es la instancia de procuración y las instancias judiciales que tiene el Estado mexicano.

Pero para que coadyuvaran a partir de experiencias propias el que pudieran aportar elementos para enriquecer la averiguación.

Eso es lo que ha ocurrido, es así como se ha manejado y, evidentemente, se ha dado, ha sido un tema yo creo muy trastocado, con mucha opinión y que yo creo ha distorsionado mucho el trabajo serio, profundo y cuidadoso que la Procuraduría ha venido haciendo.

¿Encuentra usted incomprensión por parte de los padres de los normalistas o de las organizaciones que los apoyan en el propósito?

—Mira, yo me he reunido con ellos y creo que el propósito de ellos y el que tiene el gobierno es exactamente el mismo.

Conocer qué pasó, tratar de indagar qué ocurrió a profundidad y dar con los responsables.

Sólo recuerdo aquí, porque luego se olvida, que sobre estos hechos hay más de 100 personas detenidas que fueron consignadas por los hechos ocurridos ahí. Que la investigación no está agotada, que siguen se aportando nuevos elementos, que ha habido nuevos detenidos que presuntamente tuvieron responsabilidad con los hechos.

Aquí lo único que hay que dejar claro, lo único que ha movido al gobierno de la República es a conocer la verdad, es la misma que quieren saber los padres.

Y, evidentemente, entiendo la impaciencia que hay de ellos por no tener respuesta rápida e inmediata, pues es un hecho que es complejo, este tema es complejo en los hechos y por eso las investigaciones no están agotadas.

Me acaba usted de decir que la investigación es la más profunda que se haya hecho. Como usted sabe el exprocurador ha sido criticado por esta investigación. ¿Usted tiene alguna duda de que no se hizo bien el trabajo o se pudo haber hecho mejor?

—Yo estoy convencido de que se hizo un trabajo y se viene haciendo un trabajo a toda profundidad con el mayor cuidado, involucrando a expertos en los temas que nos permitan conocer la verdad o sea, tenemos un tema, una incógnita qué despejar, qué pasó.

Hay versiones, hay testimonios de personas involucradas en los hechos, hay presuntos responsables hoy detenidos y que enfrentan procesos judiciales, y evidentemente la Procuraduría no ha agotado esta investigación, pero tendrá que eventualmente llegar a un punto de conclusión, de dar a conocer lo que a partir de los elementos que tenga a su alcance, entre pruebas periciales, averiguación, el recoger testimonios de los que eventualmente o presumiblemente participaron en estos hechos, les permita llegar a una conclusión sobre el tema.

¿Se quedarán los expertos?

—El acuerdo tomado con ellos, es que se extendió el plazo a un periodo igual al que habían estado ya anteriormente que fue de seis meses más, que espero yo, llegado ese tiempo haya conclusiones ya sobre el tema.

No sé si alguien se lo ha preguntado públicamente, Presidente, pero las razones por las que Jesús Murillo Karam fue cambiado de la Procuraduría, ¿tuvieron que ver con la investigación, con su desempeño en la investigación o fueron otras?

—Fue mi decisión el que él asumiera responsabilidad en otra área del gobierno y como está en la atribución del Ejecutivo, el hacer ajustes en el Gabinete cuando así lo estime conveniente, pero no fue ni este caso en particular, ni nada que tuviera que ver con ese tema la remoción del entonces procurador a otra área de la administración pública.

“Hay vitalidad democrática”

Señor Presidente, si se cumplen los tiempos acostumbrados, faltan 20 meses para que el PRI dé a conocer a su candidato a la Presidencia en 2018. Ha habido distintas formas de resolver la designación del candidato del PRI, digamos que de Lázaro Cárdenas a Carlos Salinas tuvo un papel muy importante el Presidente de la República. Ernesto Zedillo voluntariamente se hizo a un lado en este tema.
¿Cómo prevé usted la nominación, el proceso de nominación del candidato del PRI, de su partido, en 2018? ¿Está participando?

—Nos estamos adelantando demasiado a los tiempos. Faltan, y hay que dejar que lleguen primero.

A ver, yo soy miembro de mi partido y, por supuesto, que además formo parte del Consejo Político de mi partido.

Creo que a mi partido, como a los otros partidos, es claro que en un país democrático y plural, como lo somos; un país donde cada vez hay una mayor competencia, y hay afortunadamente una exigencia social por encontrar perfiles ad hoc, perfiles adecuados para conducir gobiernos en distintos niveles, en los distintos órdenes de gobierno.

Creo que los partidos están, hoy, en la exigencia de encontrar candidatos que evidentemente vayan a una competencia, a una justa electoral cada vez mucho más cerrada, más difíciles, y en donde evidentemente van y se someten a la preferencia que hay entre el electorado. A ganar la mayor preferencia. Creo que ese es el reto que tienen los partidos.

Yo no jugaré más que el papel de ser integrante de mi partido, de dar mi opinión sobre este tema, que no es otra más que ésta que estoy compartiendo.

El partido, mi partido, y creo que los demás harán su tarea por igual; encontrar candidatos que sean, o candidato o abanderados que sean altamente competitivos en la justa democrática que viviremos en 2018.

Hace seis años, yo creo que a nadie o a muy pocos les queda duda que usted sería candidato a la Presidencia. Usted, entonces era gobernador del Estado de México. La ausencia de un candidato visible del PRI en estos momentos, cuando la oposición sí los tiene, ¿pone al PRI en desventaja?

—Yo creo que no es así. Yo creo que hoy se ventilan nombres de distintos actores políticos, y que no es de esperarse que el escenario sea distinto.

Yo creo que los partidos políticos a final de cuentas, como pasa en toda la democracia, son los actores políticos vigentes, quienes tienen tarea, quienes tienen responsabilidad, quienes son conocidos por el trabajo que desempeñan, quienes eventualmente podrán participar en los procesos internos.

Lo que no imagino es algún partido político sacando a un candidato de la chistera y no conocido para entonces.

Creo que hay, en todos los partidos políticos hoy estamos observando a distintos actores. Además de la opción que tendrán muchos ciudadanos de, si eventualmente lo deciden, participar en este proceso por la ruta de ser candidatos independientes.

Creo que eso va a enriquecer nuestra democracia, nuestra competencia democrática y, sobre todo, la oportunidad que tengan los ciudadanos de escoger a su próximo Presidente; y como lo hacen hoy en lo local, para escoger a sus gobernadores y autoridades locales.

Como miembro del Consejo Político, se lo pregunto, ¿todavía opera esto de que: quien se mueve, no sale en la foto?

—Yo creo que ocurre un tanto lo contrario, eh, no tanto lo contrario, vemos una mayor vitalidad en nuestra democracia y en la forma de hacer política.

Y más bien, esto es una expresión que no necesariamente proyectaba lo que realmente ocurría.

Hoy, más bien, creo que es el desempeño de cada quien en su responsabilidad lo que, a final de cuentas, da espacio de oportunidad o no de estar en la consideración de los partidos políticos para convertirse en sus abanderados.

Hoy ya es un tiempo muy distinto del que tú refieres, en donde prácticamente vivíamos bajo un régimen hegemónico o de dominancia de un sólo partido político, en donde la voz de un solo hombre, entonces, era el que marcaba el rumbo, y en donde había muy poca competencia política.

Hoy no es así. Hoy es justamente todo lo contrario para bien de México y para bien de nuestra democracia. Y en la oportunidad que tenga la ciudadanía de poder elegir, de poder contrastar opiniones, trayectorias personales, profesionales, de historias personales, y perfil para, eventualmente, desempeñar distintas responsabilidades.

Si digo que al presidente Peña Nieto no le da lo mismo quién sea el próximo Presidente de la República, ¿estoy diciendo algo correcto?

—No, a ver, yo seré absolutamente respetuoso.

Quiero que, además, no sólo porque así lo afirmé, Pascal, porque creo que así lo he acreditado: siempre seré absolutamente respetuoso de los procesos democráticos que tenga nuestro país para elegir a autoridades locales, y, por supuesto, que lo seré para la elección presidencial.

He sido, además, en el pasado. Primero, creo que está acreditada mi vocación democrática, mi absoluto respeto a la competencia que se da en una elección, y lo seré en la elección de 2018.

Por supuesto que no por ello dejo de tener un orgullo de mi militancia priista, y siempre yo digo que para un gobernante se deseará que quien asuma la estafeta pues venga de su partido político, pero esta no es definición del Presidente. Ésta es una definición del electorado.

Y yo espero que mi partido presente en la siguiente competencia a un candidato altamente competitivo y que logre ganar la preferencia de la mayoría. Pero eso es un tema que está no en la decisión del Presidente, te repito, sino del electorado.

Me ha dicho usted que es importante que las reformas que usted emprendió tengan un proceso de implementación que, me imagino muchas de ellas, como la Energética, irán más allá de lo que falta para que termine este gobierno.
En ese sentido, no en el sentido político-partidista, ¿es importante que el próximo Presidente continúe con la implementación de estas reformas?

—Yo creo que es parte de un proceso institucional.

Yo creo que las reformas no las hizo el Presidente. Son reformas que se lograron con el consenso de las distintas expresiones políticas, son un mandato de ley. Son letra que, además, ocupará al Ejecutivo seguir con su debida instrumentación, porque no está. No son sólo reformas que están a la discrecionalidad del Presidente, sino están en el mandato que tiene nuestra Constitución y las leyes que derivan de la misma.

Aunque hay aspirantes que, lo han dicho públicamente, les gustaría echar atrás algunas de estas reformas.

—Dejemos que lleguen las campañas. Todavía hoy, hay posiciones que marcan distingos y diferencias, pero todavía no empieza la competencia. Todavía no conocemos quiénes serán los candidatos. Algunos ya se apuntan como candidatos potenciales de sus partidos, pero yo creo que todavía, aunque se ve muy cerca, 20 meses, son 20 meses todavía, amigo Pascal.

Presidente, no se ha podido aprobar el Sistema Nacional Anticorrupción, las acciones que ha realizado la Secretaría de la Función Pública han dejado insatisfechos a algunos mexicanos respecto de casos que tienen que ver con este Gobierno.
¿Cómo se sale de ese entorno de desconfianza?
¿Qué se puede hacer para remontarlo?

—He señalado dos aspectos sobre el tema de la corrupción.

Primero. Creo que hoy, lo que estamos armando, es un andamiaje institucional para auténticamente domar una debilidad humana.

Es un tema que no está presente en México, está presente en todas las sociedades y lo ha estado en todas las eras de la humanidad.

Hoy estamos en la oportunidad de tener un marco legal para poner orden, para ordenar y encauzar esto que parece deriva de una debilidad humana y de una condición humana.

Segundo. He señalado que es, ya no quiero decirlo como un tema cultural, pero ha estado presente, y la única manera de combatirlo de raíz este asunto, es el que realmente es un esfuerzo compartido entre el Gobierno, entre el marco legal que tengamos y entre el comportamiento de la sociedad.

Porque no será, al final de cuentas, es un tema que sólo ocupe a las instancias del gobierno. El gobierno tiene que poner ejemplo, tiene que hacer su tarea, pero creo que tiene que ser un tema compartido por la colectividad.

La sociedad misma tiene que asumir el querer ser parte de un esfuerzo. Si como sociedad, realmente, queremos librarnos o liberarnos de este flagelo, de esta debilidad que se da en las sociedades y que, sin duda, afecta el desempeño que como sociedad tengamos, tenemos que asumir responsabilidad, todos; es una tarea en la que debemos actuar con absoluta corresponsabilidad.

Creo que el gobierno ha impulsado este marco legal, que está en proceso de debate, ya se hizo la reforma constitucional, se habrá de debatir en el Congreso la legislación secundaria; lo cual, sin duda, permite ordenar, permite establecer mecanismos para mejor fiscalizar, cuidar y asegurar el debido gasto y el ejercicio de los recursos públicos.

Ese es el modelo del Sistema Nacional Anticorrupción, y me parece que ese es un tema hoy señalado, no sólo en México, en todo el mundo, y que en México lo estamos atendiendo de esta manera.

Dos últimas preguntas muy rápidas. La visita del Papa. ¿A usted qué le dejó o con qué mensaje del Papa se queda si tuviera que escoger una?

—Creo que la visita del Papa cumplió con dos propósitos.

El primero, fue una visita de Estado. Una visita de Estado que reafirma la condición de Estado laico, como es el Estado mexicano; un estado que por mandato de nuestra Constitución es respetuoso y garantiza la libertad religiosa; y que somos un Estado que mantenemos una relación diplomática con el Estado Vaticano.

Entonces, la visita del Papa cumplió con esta reafirmación de la buena relación entre el estado Vaticano y el Estado mexicano. Reafirmar nuestra condición de Estado laico.

Y el otro propósito de la visita fue, yo creo, esta misión pastoral de Su Santidad, que como Jefe de la Iglesia Católica vino a encontrarse con la feligresía que hay en nuestro país, con quienes profesan la religión católica.

Y creo que fue una visita que dejó, primero, un gran entusiasmo, una gran alegría entre millones de mexicanos que tuvieron la oportunidad de verlo de cerca, y muchos otros que los siguieron a través de los medios de comunicación y de la cobertura que hubo a su presencia.

Yo solamente quiero decir, en tercer lugar, que en los pocos espacios, pero los que tuve de tratarlo personalmente es, sin duda, se trata de un personaje universal, que claramente tiene congruencia entre lo que postula y está haciendo al frente de la Iglesia, con lo que él personalmente siente, le preocupa y le está ocupando como líder de su Iglesia.

Y el trato fue afable, cordial, y me dejó a mí en lo personal, una sensación de un hombre cálido, y muy comprometido con su misión pastoral.

Ahora sí, por último. ¿Qué conviene más a México. Qué conviene más al Estado mexicano: ¿El Chapo Guzmán cumpliendo su sentencia en México o enfrentando procesos que tiene pendientes en otro país?

—Mira, yo creo que lo importante es que sea un hombre sujeto, no importando sea aquí o sea allá, creo que el tema de la extradición, hay que recordar que es un mecanismo que tiene el Estado mexicano, que aplica para poder procesar a gente que, eventualmente, ha cometido un delito aquí, en México, y se encuentre fuera de México, poderlo traer aquí; como ocupa por igual el poder llevar a proceso alguien que ha cometido, estando en México, un delito fuera de nuestro país.

Es un mecanismo que tiene suscrito con distintos países. Lo importante, al final de cuentas, sea aquí o sea allá es que quienes tengan responsabilidad, en este caso de quien estamos hablando, un delincuente de alta peligrosidad, señalado el delincuente más perseguido y más buscado, o de los más buscados del mundo, simplemente, que enfrente su proceso ante las instancias judiciales de aquí y de allá, lo importante es que no se excluya y no quede fuera de seguirse un proceso apegado a derecho; y que, a final cuentas, responda por los delitos que haya cometido.

Señor Presidente. Muchas gracias por esta conversación.

—Muchas gracias, Pascal, por esta oportunidad. Un saludo a todo tu auditorio.

 

 

FUENTE: EL EXCELSIOR