KANTUNILKÍN, Quintana Roo, 15 de diciembre. – El muc pib es una tradición gastronómica y ritual profundamente arraigada en la cultura maya, y en Kantunilkín se practica ocho días después de elaborar el pib del relleno negro y la cochinita para la feria tradicional. Este acto simbólico cierra el ciclo ritual y expresa agradecimiento a la tierra por sus dádivas, explicó Narciso Poot Balam, rezandero maya de la comunidad.
Durante la feria, los diputados de las corridas abren grandes huecos —los pib— donde se entierran los alimentos que son ofrendados a la iglesia de la Inmaculada Concepción. Este proceso implica encender fuego dentro de la tierra, por lo que el muc pib se realiza posteriormente para “apagar” ese fuego y devolver equilibrio al suelo.
El ritual consiste en retirar piedras y cenizas, limpiar el pib, y colocar una cruz hecha con tronco tierno de plátano. Luego, se bendice con vino o agua bendita antes de volver a taparlo. Con este acto, se busca enfriar la tierra y restaurar su armonía espiritual.
Narciso Poot Balam señaló que, según las creencias mayas de los antiguos habitantes de Kantunilkín, si el muc pib no se realiza, el diputado responsable de la feria podría sufrir calenturas y otros malestares, los cuales solo desaparecen cuando se cumple la ofrenda tanto a los dioses de la tierra como a la Virgen en la iglesia.
La práctica, que combina elementos espirituales, comunitarios y agrícolas, continúa vigente como uno de los rituales más importantes para preservar la identidad cultural maya en esta región.