PLAYA DEL CARMEN, Quintana Roo, 24 de abril. – En el marco de las actividades por el Mes de la Niñez, el Gobierno de Playa del Carmen, a través de la Secretaría de Justicia Social y Participación Ciudadana, puso en marcha una iniciativa que busca mejorar las condiciones educativas en comunidades rurales e indígenas mediante la restauración y donación de mobiliario escolar.
Deyanira Martínez Estrada, titular de la dependencia, informó que se trabaja en la rehabilitación de al menos 80 butacas, que serán destinadas a planteles del Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE), previamente identificados en recorridos realizados por la Dirección de Grupos Indígenas del municipio.
“Estamos en una etapa de diagnóstico, detectando necesidades reales en materia de mobiliario, agua potable, electrificación y servicios sanitarios”, explicó Martínez Estrada, quien señaló que comunidades como San Carlos y Los Pájaros enfrentan múltiples carencias derivadas, en gran parte, de la falta de certeza jurídica sobre los predios donde están construidas sus escuelas.
Estas condiciones, agregó, han impedido el acceso a fondos federales como el Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS), que requieren terrenos regularizados. No obstante, la funcionaria afirmó que existe voluntad institucional para avanzar, en conjunto con el estado y la federación, en la regularización de estos espacios educativos.
INSERTO – Deyanira Martínez Estrada:
“Hay una iniciativa donde se están restaurando cerca de 80 butacas que van a ser entregadas a comunidades rurales e indígenas… en lugares donde la población, sobre todo mujeres indígenas, ha solicitado apoyo y que históricamente han sido olvidadas.”
Asimismo, Martínez Estrada destacó que se analiza la posibilidad de buscar respaldo de organismos internacionales que puedan aportar soluciones sostenibles en temas como saneamiento ambiental, captación de agua y uso de energías renovables, siempre bajo el marco legal federal y estatal.
La secretaria hizo un llamado al sector empresarial para sumarse no solo con donativos materiales, sino también con acciones de impacto duradero que favorezcan el desarrollo integral de la infancia en condiciones de mayor vulnerabilidad. “Más allá de una celebración, buscamos transformar el entorno en el que niñas y niños crecen”, concluyó.