SABÁN, Quintana Roo, 13 de agosto. – La costumbre de portar el traje típico de la península, como los coloridos hipiles, va disminuyendo paulatinamente incluso en comunidades mayas, donde esta vestimenta solía ser parte esencial de la vida cotidiana y las celebraciones.
Entre los factores que explican este declive están la transculturación, por la influencia de modas occidentales, y el costo elevado de elaboración de estas prendas, lo que impide que muchas mujeres que desearían vestirlas puedan adquirirlas.
En la comunidad maya de Sabán, Eraclia Tuz Arjona es una de las pocas mujeres que aún porta con orgullo su atuendo tradicional. Sin embargo, reconoce que cada vez menos personas lo usan:
“Casi no usan hipiles, creo que son más caros porque vas a comprar los hilos, la tela… Antes en el pueblo todos usaban hipiles, pero ahora casi no, incluso las mamás usan pantalones”, señaló.
Antiguamente, en la mayoría de los hogares se dedicaba tiempo a confeccionar las prendas que vestía la familia, especialmente para eventos de gala. Las mujeres lucían hipiles y ternos bordados, mientras que los hombres portaban guayaberas o filipinas que eran verdaderas piezas de arte. Hoy en día, aunque la tradición persiste en menor escala, el alto costo y los cambios culturales amenazan con relegar esta herencia textil a un recuerdo.