PLAYA DEL CARMEN, Quintana Roo, 13 de enero.- A dos años de haber sido detenido, procesado, juzgado y ahora sentenciado a 51 años de prisión por el delito de ser cómplice de secuestro, los familiares de Israel Jaime Sánchez Linares, se manifestaron el la explanada municipal para pedir se reabra el caso y se imparta verdadera justicia.
Y es que, como expuso Octaviana Linares, madre del joven de 25 años, hay una serie de irregularidades en el proceso donde, de entrada, le sembraron pruebas y lo torturaron, acusó.
El hoy condenado, expuso la madre, trabajaba en el bar Pura Vida, que se encontraba a un lado del Coco Bongo, en la calle 12 de esta ciudad; ahí se desempeñó primero como guardia de seguridad y posteriormente paso a ser barman y DJ.
El día de los hechos, supuestamente una persona fue privada de su libertad en el baño de este bar y se le amenazó y golpeó. Tal persona, según refirió la señora Octaviana, era un agente encubierto que llegó de la Ciudad de México para conocer los lugares con venta de drogas y a los distribuidores.
Pero su hijo, afirma que nada tuvo que ver en esta privación de la libertad y aún así fue detenido y le sembraron una maleta con armas y drogas para procesarlo. Además, según el informe presentado por la Comisión de Derechos Humanos, mostraba huellas de tortura, un ojos lastimado y desprendimiento puntiforme en el borde medial de segunda a cuarta uña.
Desafortunadamente, los abogados que representaron a su hijo sólo le cobraban grandes sumas de alrededor de 10 mil pesos y 15 mil pesos por cada trámite del proceso. “Se aprovecharon de mi desesperación”, como manifestó.
Al final, el juez ya dictó una sentencia y se hará otra audiencia par ala ratificación de esta, por lo que pide a quien pueda ayudarla, ya que no tiene más dinero, para que no se cierre el caso y pueda salir en libertad su hijo.