CHETUMAL, Quintana Roo, 19 de octubre.- En representación del gobernador Carlos Joaquín González, la secretaria de Educación y Cultura, Marisol Alamilla Betancourt, encabezó la ceremonia conmemorativa del XLVI aniversario luctuoso del general Lázaro Cárdenas, ante la estatua erigida en su honor.
La oradora oficial del evento, Marta Silva Martínez, directora general del Sistema Quintanarroense de Comunicación Social, afirmó que Quintana Roo existe en buena medida gracias a Lázaro Cárdenas, “y es justo entonces honrar la memoria de quien nos devolvió la identidad y la fuerza como pueblo”.
La manera correcta de honrar su memoria, destacó, es elegir el cambio, trabajar por la transformación de nuestra tierra, defender los valores de nuestra sociedad y hacer de la nuestra, una tierra de cambio político, económico y social, de reformas importantes que nos pongan de nuevo en la ruta de un desarrollo interrumpido por el largo abuso del poder.
Ante autoridades de los tres poderes del Estado y los tres órdenes de gobierno, manifestó que el cambio en Quintana Roo ya es una realidad, un hecho cotidiano que surgió de la voluntad popular y que encontró en el gobernador Carlos Joaquín González, el líder capaz de encabezar la transformación que pedimos, la que avalamos con nuestro voto, la que hoy es la fuerza de un gobierno estatal renovado profundamente.
Todo ello, más allá de las tergiversaciones dolosas, más allá de los intereses opuestos, más allá de la resistencia de quienes pretenden seguir usando a la sociedad y abusando del poder.
El nuevo gobierno de fuerte origen popular que encabeza Carlos Joaquín González, se ha propuesto el cambio necesario, renovador, la transformación de la entidad estancada, hacia el estado fuerte y progresista, capaz de brindar, cada día, más y mejores oportunidades para todos.
Posteriormente, los funcionarios integrantes del presídium, encabezados por la secretaria de Educación y Cultura, Marisol Alamilla Betancourt, montaron una guardia de honor y colocaron una ofrenda floral ante la estatua del general Lázaro Cárdenas, mientras se escuchaba el toque de silencio que impuso mayor solemnidad al momento.