PLAYA DEL CARMEN, Quintana Roo, 18 de septiembre. – Las escuelas privadas, aunque ya superaron la crisis que les provocó la pandemia por el Covid-19, están más preocupadas por el rezago educativo y, sobre todo, el rezago emocional.
Y es que, a decir de Eugenia Guzmán, presidenta de la Asociación de Escuelas Particulares Peninsulares, “hay mucha ansiedad de los chavos, con mucho miedo”.
Esto, por supuesto, ha ocasionado que tengan conductas depresivas que los orillen al suicidio y al consumo de narcóticos.
“Definitivamente trae problemas de suicidio que no había visto, ni mis colegas; por supuesto sí es algo que no se usaba mucho en las escuelas privadas, y el consumo, el ‘exitosina’, esa gratificación que te dan las drogas. Es un momento difícil en esa parte, es mental y emocional”, dijo la entrevistada.
Hay que recordar, por la pandemia, las escuelas cerraron sus puertas por varios meses, lo que afectó el nivel académico de muchos estudiantes que no se adaptaron a la modalidad en línea y, al reabrirse los planteles, muchos tampoco estaban preparados.
Por lo anterior, Eugenia Guzmán refirió que “definitivamente dejamos ese mal recuerdo atrás, pero se queda el rezago académico, pero no tanto eso, sino el rezago emocional”.
“Hay niños que todavía les falta, el adolescente; lo más importante son sus amigos y tres años separados… y es un costo muy alto para cualquiera, el adaptarse”, expuso.
Y, agregó, “hay chiquitos de preescolar con miedo; papás y mamás inseguros, inconscientemente le transmiten a sus hijos. Estamos en esa batalla emocional. La pandemia nos dejó un mal recuerdo, pero un buen aprendizaje”.
En cuanto a los planteles educativos, Eugenia Guzmán dijo que la recuperación fue el año pasado y fue bastante buena porque volvieron a crecer, pero desafortunadamente, las escuelas que cerraron ya no pudieron reabrir sus puertas.
“Es complicado reabrir, no hay personal, buscar maestros, bancas, útiles; todo eso es una inversión fuerte; nos quedamos sin muchas escuelas en la zona norte”.