PLAYA DEL CARMEN, Quintana Roo, 14 de julio. – Aparecen regadas en la vía pública, decenas de pruebas de COVID-19 e incluso jeringas utilizadas, que ponen en riesgo a la población y, sobre todo, a los derechohabientes que llegan a la Unidad de Medicina Familiar número 11 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Y es que es fuera de sus instalaciones donde se pudo documentar la presencia de toda esta “basura” donde, a raíz de la pandemia, Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) elaboró la Cartilla de Mejores Prácticas para la Prevención del COVID-19 con el objetivo de evitar contagios y proteger al personal que realiza la labor de recolección y separación de residuos.
Lo más preocupante, que se hayan encontrado jeringas que están al alcance de cualquier persona, sobre todo menores de edad, que puedan tomarlas.
Con la pandemia, cabe recordar, también se da un tratamiento especial a la recolecta de este tipo de residuos, pero como se puede observar en las imágenes, el personal del IMSS ha sido omiso y no tiene ningún tipo de cuidado para el manejo de estos residuos.
Con el repunte en los casos por COVID-19 y sus variantes, que se conoce como la quinta ola, se vuelven a observar numerosas filas de derechohabientes en las instalaciones del IMSS en la colonia Centro de Playa del Carmen, y por donde transitan otros que son los que estarían expuestos por esta irresponsabilidad de los trabajadores del IMSS y de quienes también llegan con las pruebas en busca de una incapacidad.