CHETUMAL.- El Santuario Guadalupano de Chetumal se encuentra listo para la celebración del Cuarto Viernes de Cuaresma llamado “El Viernes de la Samaritana”, una celebración de origen oaxaqueña que se realiza el cuarto viernes de cuaresma y que se llevará a cabo en Chetumal, con el objetivo de promover la vivencia de la religiosidad popular de los pueblos de México, y la actividad cuaresmal.
El párroco del Santuario Guadalupano, David Martín Leal, señaló que es importante rescatar las tradiciones y actividades religiosas de los pueblos para vivir intensamente la cuaresma, por lo que este viernes 28 de marzo se realizará la bendición del agua que se repartirá al final de la misa. Las actividades iniciaran a las 6:00 pm con el rezo del viacrusis, y posteriormente a las 7:00 pm la misa del Viernes de la Samaritana.
“Antes se respetaban las tradiciones, la cuaresma debe ser un espacio para que vayamos reflexionando sobre lo que hacemos mal y lo que hacemos bien, pero las distracciones hoy son muchas, desde el celular hasta las actividades que se realizan, ya no hay respeto. Queremos impulsar nuestras tradiciones mexicanas a las nuevas generaciones para que vayan aprendiendo y encuentren en estas practicas el deseo de acercarse a Dios”.
El Viernes de la Samaritana es una celebración religiosa y se trata de una tradición que conmemora el pasaje bíblico en el que Jesús le pide agua a una mujer de Samaria. Según la tradición de los pueblos en México, se regalan aguas frescas de sabores como horchata, tamarindo, tuna, limón, mango según la fruta que haya en la región de temporada.
Tradicionalmente se decoran las calles e iglesias con arcos de palma y buganvilia, se adornan las puertas de las casas con flores de buganvilia, palmas, y papel de china. Se ofrecen dulces regionales, se adorna una olla de barro o vitrolero simulando a un pozo, o el pozito. Las personas que se acercan representan a Jesús, y quien saca el agua y la sirve representa a la Samaritana. El agua que se ofrece es gratis para toda luego de ser bendecida.
La celebración iniciará con el rezo del viacrucis a las 6:00 pm, y los pocitos (las aguas frescas se colocarán frente al altar adornadas. Se cree que la tradición comenzó a finales del siglo XIX y se originó en los patios de algunas iglesias del Centro histórico de Oaxaca, y se llevó a cabo la representación del pasaje bíblico.