VENECIA, 30 de agosto.- Nunca podrá saber si habría ganado la Palma de Oro en Cannes con Roma, pero hoy en Venecia el director mexicano Alfonso Cuarón se convirtió en un firme aspirante al León de Oro con este drama que ha emocionado a la critica del festival de cine italiano.
Dedicada a Lobi, la mujer que lo cuidó cuando el director era pequeño, la película retrata en blanco y negro, ese binomio de colores tan asociado al recuerdo, la historia de una familia de cuatro hermanos de clase media-alta en los años 70 que es abandonada por el padre y vive en Roma, un barrio del centro de la capital mexicana.
Y lo hace desde el punto de vista de la doméstica, una joven indígena al servicio de la familia, que también vive su propio drama, pero ello no se interpone en las tareas de la casa ni en el vínculo afectivo que establece con los pequeños del hogar.
Lobi se convirtió en parte de la familia y nosotros nos convertimos en parte de su familia, explicó hoy el realizador, que partió de su propios recuerdos para componer el personaje protagonista, que habla mixteco, una lengua indígena mexicana.
“Cuando creces con alguien que amas, no cuestionas su identidad. Este proceso me forzó a ver a Lobi como una mujer con toda su complejidad, como una mujer que pertenece a las clases bajas, como una mujer que tiene origen indígena, entonces eso creó un nuevo punto de vista que quizás yo no lo tenía. Yo la tomaba nada más como mi mamá”, explicó el realizador.
“Es indudable que al menos en mi hogar las mujeres fueron las que llevaron la casa. No había hombres”, añadió Cuarón, nacido en Ciudad de México en 1961. Cuarón construye así uno de sus trabajos más personales, no sólo porque es el autor del guión y se ha encargado de la edición, la fotografía y la dirección, sino porque ha narrado la historia indagando en sus propios recuerdos personales y ha reconstruido la casa de su infancia como set de la película.
Yalitza Aparicio, que a pesar de ser debutante tiene el fuste en la gran pantalla de la mejor estrella de Hollywood, es la protagonista y el alma de este drama en el que tanto ella como la patrona de la casa (a la que da vida la actriz profesional Marina de Tavira) se ven abocadas a salir adelante ayudándose mutuamente.
Y eso ocurre además en tiempos convulsos como la masacre de estudiantes por parte de fuerzas paramilitares de la que es testigo la protagonista y que hace referencia a la Matanza del Jueves de Corpus en Ciudad de México en 1971.
Aunque está ambientada en los 70, la historia de estas mujeres se sigue viendo en muchos lugares, aseguró ante la prensa Aparicio. “Nos ayudó mucho relacionar esta historia con lo que hemos visto, con lo que hemos vivido”, insistió la debutante, cuya profesión es educadora.
La frescura que respira este relato de la sociedad mexicana se debe también a la forma en la que el director trabajó con los actores, que nunca tuvieron un guión, que fueron descubriendo su personaje tal cual avanzaba la historia.
Tras el exitazo de su odisea por el espacio con Gravity, el director vuelve a emocionar dando un giro a su filmografía con un drama íntimo con múltiples lecturas, entre ellas la ausencia de la figura paterna, la resilencia de la población indígena, la división social, las familias diversas que surgieron sin lazos de sangre.
La mirada de Cuarón (Ciudad de México 1961), el primer mexicano en levantar el Oscar al mejor director, se mueve entre el cariño y el homenaje, con apenas un resquicio de autocrítica a unas relaciones sociales que siempre han estado determinadas por la clase social y la raza.
Roma, el regreso a México de Cuarón tras una larga y exitosa carrera en Hollywood, viene precedida por la polémica. No se estrenó en el Festival de Cannes tras la disputa entre los organizadores del certamen francés y la plataforma de streaming Netflix (como productora de la cinta), que tiene sus propias normas sobre cuándo y dónde estrenar la película.
El realizador aseguró hoy que se estrenará en salas y calificó de injustas las críticas a la plataforma. En su opinión, un trabajo como el suyo, un drama en blanco y negro, tiene menos oportunidades en una exhibición convencional.
“Uno tiene que pensar en la película a largo plazo. La gente tendrá opción de sala, pero lo que es realmente importante es que la película tenga un cierto impacto para que con el paso del tiempo no se pierda”, señaló Cuarón, quien está convencido de que Netflix ofrece el escaparate adecuado. Tarde o temprano nuestras películas van a vivir en el formato doméstico, aseguró.
Roma se presenta a concurso en Venecia, en una jornada en la que fue casi ignorada The Mountain, del estadunidense Rick Alverson.
Su propuesta, centrada en un neurólogo (Jeff Goldblum) que practica lobotomías por los manicomios de Estados Unidos a mitad del siglo pasado con la ayuda de un joven huérfano (Tye Sheridan), no consiguió conectar con gran parte de la crítica.
Mejor acogida tuvo sin embargo la tercer aspirante del día al León de Oro: The Favourite, un regreso a la corte de la primera reina de Inglaterra, pero desde el punto de vista femenino. El director griego Yorgos Lanthimos convierte a Emma Stone en una ambiciosa cortesana que se disputará el favor de la reina, una soberbia Olivia Colman, junto a Rachel Weisz, que no acudió a Venecia a defender la cinta porque está a punto de ser madre.