TULUM, Quintana Roo.– La contaminación marina provocada por microorganismos continúa generando efectos negativos en los ecosistemas del Caribe, y aunque existe una coordinación entre las autoridades de los tres niveles de gobierno, hace falta una mayor participación de la iniciativa privada y la comunidad marítima, señaló Javier Carballar Osorio, director del Instituto de Biodiversidad y Áreas Naturales Protegidas de Quintana Roo (IBANQROO).
Durante su intervención en una serie de reuniones interinstitucionales, Carballar Osorio destacó que, si bien hay avances en el tema, la falta de compromiso por parte de algunos sectores privados limita el impacto de las acciones implementadas para mitigar la contaminación en el mar.
El funcionario explicó que se han documentado casos de fauna marina muerta, y al realizar exámenes, se ha encontrado la presencia de partículas de microorganismos en sus sistemas digestivos, lo que evidencia el grave problema de contaminación que afecta tanto a especies marinas como a la biodiversidad en general.
“Hemos visto cómo ejemplares marinos han fallecido por la ingesta de partículas contaminantes, muchas de ellas derivadas de la actividad humana, como residuos mal gestionados o vertimientos inadecuados. Estos microorganismos no solo afectan la vida marina, sino que eventualmente impactan en la salud de los ecosistemas y de la propia población humana”, puntualizó.
Carballar Osorio hizo un llamado urgente para que comerciantes, prestadores de servicios turísticos, pescadores y la comunidad marítima en general se involucren activamente en las acciones de prevención y reducción de la contaminación.
“No basta con que las autoridades trabajemos en esto. Necesitamos que cada actor en la cadena, desde el pequeño comerciante hasta las grandes empresas turísticas, asuman su responsabilidad en el cuidado del medio ambiente”, subrayó.
Acciones prioritarias propuestas:
• Capacitación y sensibilización de comerciantes y operadores marítimos sobre el manejo adecuado de residuos.
• Implementación de protocolos de limpieza en puertos, playas y zonas de anclaje.
• Monitoreo constante de la calidad del agua y presencia de contaminantes.
• Fomento de prácticas sostenibles en actividades turísticas y comerciales.
El director del IBANQROO concluyó que la protección de la biodiversidad marina requiere del compromiso colectivo para reducir el impacto de la contaminación y preservar los ecosistemas de Quintana Roo, vitales para la economía, la salud ambiental y el turismo en la región.
“Si queremos un futuro sostenible para Quintana Roo, debemos actuar juntos ahora. No hay tiempo que perder”, finalizó.