Miembros de la delincuencia detenidos en Playa del Carmen revelan entrenamiento con muertes de prueba y actos de canibalismo

Chetumal.- Lo que parecía un operativo más contra el crimen organizado en la Riviera Maya derivó en una de las revelaciones más estremecedoras de los últimos años. La Fiscalía General del Estado (FGE) confirmó que los ocho integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) detenidos en Playa del Carmen no solo portaban un arsenal de guerra, sino que fueron adiestrados en Jalisco con métodos que incluían asesinatos de prueba y actos de canibalismo.

Durante la conferencia del Gabinete de Seguridad, el fiscal general Raciel López Salazar detalló que el martes 12 de agosto fueron capturados ocho sujetos en Playa del Carmen, a quienes se les aseguraron 13 fusiles de asalto M4 calibre 5.56, tres pistolas 9 mm y diversas dosis de droga. Según las investigaciones, los detenidos esperaban la llegada de más armas e integrantes con el objetivo de conformar una célula armada para disputar el control de la plaza a grupos rivales.

Entre los arrestados se encuentra Sara Jazmín, alias “La Miche”, señalada como reclutadora de la organización criminal. De acuerdo con la FGE, contactaba a jóvenes y ex guardias de seguridad a través de redes sociales, pagaba sus vuelos a Cancún y los trasladaba a casas de seguridad en Playa del Carmen, recibiendo pagos por cada persona reclutada.

Otro de los detenidos, identificado como Julio César “N.”, confesó haber sido entrenado en la sierra de Jalisco en el uso de armas largas y explosivos. No obstante, el testimonio más perturbador fue el de un sicario llamado Jorge, quien declaró que en los campamentos los aspirantes que no superaban las pruebas eran ejecutados y, en un acto de barbarie, al menos cuatro fueron cocinados y consumidos como parte de un ritual de sometimiento.

El fiscal López Salazar advirtió que esta célula criminal planeaba instaurar una ola de violencia en Quintana Roo, pero fue desarticulada antes de consolidarse. Con ello, dijo, se evitó que Playa del Carmen, uno de los principales polos turísticos del país, se convirtiera en epicentro de una guerra entre grupos del crimen organizado con consecuencias impredecibles.