PLAYA DEL CARMEN, Quintana Roo, 15 de octubre. – El sector inmobiliario en Quintana Roo atraviesa un periodo de contrastes, con regiones que mantienen un crecimiento sostenido y otras que enfrentan desafíos relacionados con la inseguridad y la falta de infraestructura. Aún así, el balance general del año es positivo y las proyecciones para 2026 apuntan hacia una expansión más sólida en distintas zonas del estado.
Wilberth Gutiérrez Álvarez, presidente nacional de la Asociación Mexicana de la Industria Inmobiliaria (AMII), explicó que destinos como Playa del Carmen y Cancún continúan captando inversiones y desarrollos habitacionales, mientras que otras áreas, como Tulum, requieren atención urgente para superar problemas que han frenado su dinamismo.
Destacó además el surgimiento de nuevos polos de inversión, como Mahahual y Bacalar, que comienzan a consolidarse como mercados emergentes con alto potencial de crecimiento y atractivos para la inversión nacional e internacional.
El dirigente señaló que diversos proyectos se encuentran actualmente en fase de evaluación y que, una vez concretados, impulsarán de forma significativa la inversión pública y privada, marcando una nueva etapa de desarrollo que beneficiará a sectores como la construcción, el turismo y los servicios.
Reconoció que aún persisten retos en zonas específicas, principalmente en Tulum, donde la inseguridad, la insuficiencia de infraestructura y el conflicto en torno al Parque Jaguar han generado incertidumbre entre los inversionistas. Sin embargo, aseguró que el panorama general del sector es alentador y que el próximo año será decisivo para consolidar un crecimiento inmobiliario sostenido en todo Quintana Roo.

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