Corea del Sur, 18 de marzo.-Hace alrededor de un mes, cuando Corea del Sur empezó a hacer pruebas de forma masiva, algunos científicos y periodistas intuyeron un incremento exponencial de casos: a más análisis, más positivos. Parecía lo lógico, pero el efecto ha sido exponencialmente el contrario y, a día de hoy, es ejemplo de cómo afrontar el coronavirus . Más de 260.000 tests, más que ningún otro país en el mundo excepto China, y la curva de contagios controlada. Un ejemplo que, al menos hasta ahora, no ha seguido España, pero tampoco Italia o Estados Unidos.
“Es una medida óptima si tienes los recursos para ponerla en marcha, si puedes estar al pie del cañón y aislar a los positivos. Con el confinamiento general, aplicado en China y en España, buscas el mismo objetivo, cortar la cadena, pero opino que aquí se ha hecho de una manera laxa, y la gente se lo ha tomado como que no iba con ella. No pinta nada bien. Es posible que haya que endurecer las medidas”, opina Manel Ramírez, analista clínico del hospital Trueta de Girona. “España ni es tan rica como Corea ni tan disciplinada como China”, añade Ramírez, que celebra que desde hace pocos días se vuelven a recibir, precisamente de Corea, más kits de análisis; se cortó el suministro precisamente por la necesidad que había en aquel país. Cada uno cuesta entre 20 y 25 euros, sin repercutir en esa cifra el coste de personal y de la estructura sanitaria local.
Corea del Sur activa una especia de McAuto para casos sospechosos
Los análisis masivos de Corea no son ningún milagro, sino la combinación de una nefasta experiencia anterior (el SARS en el 2003, que sacudió la economía coreana), una extraordinaria capacidad de organización y una inversión importante en medios humanos y materiales. Con alguna idea que puede parecer marciana pero que se ha demostrado útil y que hasta Estados Unidos ha copiado: una especie de McAuto para sospechosos de padecer el virus.
En efecto, en la ciudad de Daegu, donde apareció el primer y más poderoso foco, las autoridades sanitarias montaron un laboratorio móvil, donde los conductores que sospechaban estar enfermos eran analizados a bordo, según explicó en un artículo publicado en la web de la CNN Kent Sepkowitz, experto en control de infecciones del Memorial Sloan Kettering de Nueva York.
De este modo se podían hacer muchos más análisis por día (cerca de 400), porque el proceso es muy rápido: el personal sanitario no necesita cambiarse después de cada análisis, con lo cual se reduce ostensiblemente el riesgo de contagio, al minimizarse el contacto cara a cara tanto con médicos como entre pacientes. Las muestras se envían en contenedores herméticos a alguno de los 118 laboratorios habilitados a tal efecto, donde 1.200 profesionales médicos las analizan. Los resultados se comunican por mensaje telefónico en tres días. El ministerio de sanidad coreano se inspiró en McDonald’s y Starbucks.
El país asiático ha establecido 633 puntos de control, algunos de ellos improvisados frente a lugares en los que han aparecido focos de infección, y puede hacer alrededor de 20.000 tests al día. Ha habido 75 víctimas tras 8.320 contagios contabilizados, lo que contrasta con las cifras de España, de 11.883 contagios y 529 muertos: siete veces más.
La Vanguardia
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