CIUDAD DE MÉXICO, 22 de abril.- Más de 300 trabajos de investigación se realizan en el mundo para el desarrollo de moléculas que “colaboren” con el sistema de defensas del organismo para combatir el cáncer (inmuno-oncología). Algunas ya están disponibles y han demostrado su capacidad para dar a los pacientes una sobrevida de hasta 10 años en el caso del cáncer de piel (melanoma) en 20 por ciento de los casos. Con las terapias tradicionales la mayor esperanza de vida a partir del término del tratamiento era de 14 meses. En cáncer de pulmón los tratamientos daban a los pacientes una sobrevida de 20 meses y ahora, con las terapias inmuno-oncológicas las personas están vivas después de cuatro años, afirmó Jorge Alatorre, coordinador de la Clínica de Oncología Torácica del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).
En conferencia, el oncólogo aseguró que la historia del cáncer ya empezó a cambiar y para algunos tipos de la enfermedad ya no es una sentencia de muerte. Los avances se pueden considerar incipientes porque no se trata de una cura todavía, pero son alentadores para quienes anteriormente sólo podían aspirar a sobrevivir unos cuantos meses.
Además, en un futuro cercano habrá alternativas en inmuno oncología para el control de tumores de mama, cabeza y cuello, gástrico, y endotelial, entre otros. El tema es relevante si se considera que después de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer es la segunda causa de muerte en el país. Alrededor de 150 mil casos nuevos se reportan cada año y cerca de 80 mil personas mueren por esta causa. Expertos han señalado que la tendencia de la enfermedad seguirá en aumento y en el futuro, uno de cada tres mexicanos tendrá un diagnóstico de un tumor maligno. Alatorre comentó que las investigaciones en esta área son complejas, en parte por la capacidad de las células tumorales de reproducirse sin control, transformarse y esconderse del sistema de defensas (inmunológico) del organismo.
Se ha identificado a algunas proteínas que actúan para inhibir el sistema inmune y favorecer, por lo tanto, el crecimiento de los tumores malignos. Hasta antes de este descubrimiento, las terapias estaban enfocadas a combatir el cáncer, primero con productos de quimioterapia que afectaban a otros órganos, luego surgieron sustancias dirigidas de manera específica a las células tumorales y ahora los investigadores trabajan en el desarrollo de tratamientos que fortalecen el sistema inmune para contrarrestar a las proteínas que “ayudan” a la neoplasia.(FUENTE: La jornada)
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