CIUDAD DE MÉXICO, 20 de septiembre.- Oscar Omar Solís Castro desarrolla un procedimiento para tratar la sordera, enfermedad que afecta globalmente a 360 millones de personas, estima la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Solís Castro realiza su doctorado en ciencias biomédicas en la Universidad de Sheffield, Inglaterra, y su procedimiento consiste en emplear células madre obtenidas de pulpa dental para usarlas en la regeneración de neuronas sensoriales del oído que se encuentren dañadas y de esta manera devolver la capacidad auditiva.
Obtenidas de clínicas, a las piezas dentales se les realiza una abertura para después remover la parte interior denominada pulpa, la cual, una vez extraída se coloca en un plato de cultivo; allí se proliferan por si solas las células obtenidas del diente gracias a la generación de distintas condiciones aptas para su supervivencia, como la regulación de ciertos niveles de humedad, oxígeno, suministro de suero y una solución nutritiva llamada DMM, que contiene azúcares, vitaminas y aminoácidos.
El también maestro en ciencias biomédicas y medicina regenerativa por la misma universidad, detalló que una vez completado este proceso, se identifican marcadores específicos que se encuentran en las células del oído, es decir, se hace un análisis molecular de estas y se compara con las dentales con el fin de hallar y después estudiar sus características similares.
El biólogo egresado de la UNAM mencionó que las soluciones utilizadas para lograr que las células se estimulen y logren ser sensoriales son protocolos establecidos, en otras palabras, sustancias como el NT3 y BN10, que son factores naturales que promueven la aparición de neuronas durante el desarrollo embrionario.
En este momento se evalúa en el laboratorio de la Universidad de Sheffield cuál componente puede lograr que las células dentales se estimulen lo suficiente para convertirse en neuronas sensoriales. “En la investigación se intenta imitar los pasos innatos en los que se genera una neurona”, acotó Solís Castro.
A decir del experto, el proyecto lleva buen camino y está avanzado. “Al realizar evaluaciones del perfil molecular de las células obtenidas se ha detectado que ya se ha inducido la aparición de genes y proteínas que solo se expresan en neuronas sensoriales, lo cual indica que las células que utilizamos tienen el potencial de serlo”, enfatizó el investigador. El desarrollo no busca patentarse, ya que se pretende que los resultados estén al alcance de todo ser humano. (FUENTE: La Jornada)
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