Predecir el riesgo de infarto con un simple test de saliva

BARCELONA, España, 22 de diciembre.- Científicos españoles han desarrollado un test genético que, sólo analizando la saliva, puede predecir el riesgo de sufrir un infarto de miocardio a diez años vista. La nueva prueba analiza 11 variantes genéticas que predicen el riesgo cardiovascular a largo plazo de personas asintomáticas y complementa y reclasifica el de personas que ya presentan factores de peligro clínicos clásicos: hipertensión, colesterol, diabetes, tabaquismo, obesidad y sedentarismo. El estudio se ha publicado en la revista Circulation: Cardiovascular Genetics.

La investigación ha seguido durante seis años a 52.000 pacientes de entre 30 y 74 añosLa investigación ha seguido durante seis años a 52.000 pacientes de entre 30 y 74 años. “En España se producen cada año 116.000 casos de infarto de miocardio”, ha declarado el doctor Roberto Elosua, referente español del estudio y coordinador del Grupo de Epidemiología y Genética Cardiovascular del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) en Barcelona, quien ha explicado que los resultados de la investigación ponen de manifiesto que el test genético “es una herramienta muy útil” para el manejo de la enfermedad cardiovascular, “por su alto valor predictivo y, en consecuencia, preventivo”.

Para prevenir esta dolencia se aconseja cuantificar el riesgo cardiovascular, algo que se realiza en base a las características específicas de cada persona: edad, género, si fuma o no, su colesterol, presión arterial y el diagnóstico de diabetes. Con esta información resulta posible definir de una forma válida cuando una persona tiene riesgo bajo, moderado o alto. Por grupos, el 10% de la población posee un riesgo alto; el 24%, moderado; y el 66% restante, bajo.

POSIBLES APLICACIONES

Las estrategias preventivas normalmente se centran en las personas de alto riesgo, pero, como ha indicado Elosua, “los datos epidemiológicos más recientes confirman que aproximadamente el 60% de los casos de infartos de miocardio se producen en personas del grupo moderado o bajo”. La finalidad de todo este proyecto pasa por aportar datos que aseguren anticipar, a una década vista, la evolución del paciente y lo sitúen de manera precisa en su índice de riesgo.

Los investigadores destacan dos posibilidades de aplicación para el nuevo test: incorporarlo dentro de la cartera de servicios sanitarios, para dirigirlo a pacientes de riesgo cardiovascular moderado, o como estrategia de salud preventiva destinada a personas con antecedentes familiares que no presentan factores clínicos visibles, pero que muestran una mayor o menor carga de riesgo genético. Según ha puntualizado Elosua, “esta determinación genética se podría realizar una única vez en la vida y proporcionará una información predictiva muy útil aplicada como estrategia de salud preventiva”. (FUENTE: Consalud.es)

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