CANCÚN, Quintana Roo, 16 de marzo. – Después de dos años de no permitir el acceso por la pandemia, Chichén Itzá abrirá sus puertas todo el fin de semana para poder presenciar el descenso de Kukulcán en El Castillo, aunque será necesario que los visitantes cumplan una serie de protocolos y medidas de bioseguridad, dijo Marco Santos, director de esa zona arqueológica.
Astronómicamente hablando, el inicio de la primavera comienza el domingo 20 y es por ello que unos días antes y después, se puede observar el fenómeno arqueo astronómico, de modo que no necesariamente se puede ir el 21 de marzo.
En un principio se informó que Chichén estaría cerrado, pues aún sigue presente la covid-19, pero señaló que luego de una serie de reuniones se acordó permitir observar el equinoccio de primavera.
“Para darse está apertura es necesario una corresponsabilidad, de las autoridades, y del visitante con cooperar en todo momento en las medidas establecidas”, dijo tras abundar que habrá estrictos protocolos al acceder y en todo momento habrá que tener puesto el cubrebocas, y ya en el sitio tratar de distribuirse en toda la explanada alrededor del Castillo.
En 2019, recordó, acudieron el 21 de marzo unas 13,500 personas, y en estos dos primeros meses del año ya recibieron poco más de medio millón de visitantes lo que ratifica a Chichén Itzá como la zona arqueológica más visitada del país.
Entrevistado por Radio Fórmula, reiteró que esté fenómeno arqueo astronómico se puede ver varios días antes y después por lo que no es necesario acudir el 21 de marzo, evitando con ello mayores aglomeraciones.
El acceso es desde las ocho de la mañana hasta las cuatro de la tarde, y es de las 16 a 17 horas cuando mejor se puede observar el descenso de Kukulcán. El aforo máximo en estos días será de 15 mil personas por jornada.
Recordó que el récord de visitas en un día a Chichén fue de 80 mil visitantes y fue el 21 de diciembre de 2012, aunque el promedio antes de la pandemia era de unas 20 mil para este tipo de eventos.
Marco Santos mencionó que hay varias zonas arqueológicas en Yucatán que permanecen cerradas, como Dzibilchaltún, donde al amanecer la puerta del Templo de las Siete Muñecas se ilumina con el resplandor del Sol, siendo otro de los fenómenos que atraen a miles de visitantes. Con información de Infoqroo
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