Aeródromo de Playa del Carmen, un pendiente más de Borge
PLAYA DEL CARMEN, Quintana Roo, 23 de Agosto.- Producto del mal gobierno, las pésimas decisiones y, sobretodo, de tratar de favorecer a unos pocos por sobre las necesidades de la población, el Aeródromo de Puerto Aventuras es una más de las obras en stand by y donde se destinaron millones de pesos en recursos.
La obra que debió ser entregada en el 2014, según las proyecciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), no ha podido “aterrizar” y, peor aún enfrenta diversas situaciones que van desde lo legal, hasta lo ambiental para que pueda llegar a buen puerto.
La obra en cuestión, enfrenta el conflicto entre particulares por la posesión de diversos predios por donde cruza la vía para llegar a este sitio. Además, cuenta con cenotes que representan un riesgo para construir la pista. Pero, sobre todo, se necesitan más recursos para concluir el proyecto que como en otras obras, ya se utilizó sin que nadie rinda cuentas.
Como se recordará, el proyecto consiste en construir un aeródromo en Puerto Aventuras, para reubicar el que actualmente opera en pleno centro de Playa del Carmen y que ya representa un riesgo por la dinámica de la ciudad y por los accidentes que se han registrado en los últimos años.
De hecho, cabe recordar cuando una aeronave tuvo que aterrizar de emergencia sobre el Boulevard Playa del Carmen, a la altura del centro comercial Sam’s Club, y a donde llegó el gobernador del estado, Roberto Borge Angulo, para reiterar la necesidad de contar con uno nuevo.
Pero, del dicho al hecho, han pasado varios años sin que se concrete.
Las características del aeródromo serán para recibir aeronaves pequeñas y medianas de ala alta y baja, la cual tendrá una longitud de 1 mil 150 metros de largo por 40 metros de ancho (46 mil metros cuadrados) con calles de media vuelta en ambos extremos (cabeceras) de la pista con una superficie total de 948.29 metros cuadrados; es decir, la superficie total de la pista es de 46 mil 948.29 metros cuadrados.
La infraestructura con que contará es una pista, una calle de acceso a la plataforma, una calle de acceso a la pista, torre de control, cuerpo de rescate de extinción de incendios (CREI), plataforma, terminal aérea, estacionamiento, camino de acceso y entronque al camino de acceso.
El aeródromo también contará con una pipa de 15 mil litros de combustible de gas avión o en su caso turbosina, con la que se dará servicio de combustible a las aeronaves.
Asimismo, la terminal contará con locales comerciales y un snack bar; sala de espera, sanitarios y las oficinas administrativas.
Los problemas para su ejecución comenzaron desde que el actual gobierno decidió cambiar el lugar para desarrollar la obra pues, originalmente, se haría en el kilómetro 277 de la carretera federal 307, justo donde se ubica el “Rancho Mariana”.
Sin ninguna explicación, las autoridades estatales decidieron reubicarlo en el kilómetro 271 de la misma carretera, en un predio de 150 hectáreas.
Esta decisión, para favorecer al empresario hotelero José Chapur, quien prepara un desarrollo de 6 mil 493 viviendas y un campo de golf de 18 hoyos, con una inversión de 51 millones 600 mil dólares, denominado “Residencial Riviera”.
Pero, para esto, el Tribunal Agrario emita un resolutivo por el conflicto que hay sobre varias tierras y que data del año 2002. El gobierno estatal, conciente de dicho conflicto, persistió en el cambio de predios para ejecutar la obra, dejando al Ayuntamiento de Solidaridad la tarea de intervenir en el conflicto para obtener el derecho de vía para cruzar los ranchos “San Enrique” y “San Julián”, que el empresario José Chapur disputa con los propietarios rurales.
Este ha sido uno de los obstáculos para concluir la obra pues para llegar al sitio se deben recorrer nueve kilómetros de propiedad privada que aún no define un juez la pertenencia.
Otro de los problemas que enfrenta el gobierno quintanarroense, es el suelo cavernoso donde planea hacer la obra pues, está documentado que hay una serie de cenotes alrededor y, por ende se requiere un estudio de mecánica de suelos para tomar las medidas necesarias para construir la pista ya que, de no hacerlo, se corre el riesgo de hundimientos o que se haga un socavón similar al que se registrara hace un año en la carretera federal a la altura del hotel Iberostar Playa Paraíso.
Por si no bastara, recientemente, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos naturales (Semarnat) autorizó un proyecto ecoturístico denominado “Desarrollo Kayak”, en un área vecina al sitio donde se construye el aeródromo y que, curiosamente, también se encuentra en conflicto legal.
En el predio conocido como “Rancho Texcoco”, la Semarnat autorizó la construcción de otra aeropista, pero de carácter privado, que se presume de al traste con el proyecto público.
Es decir, los millones de pesos ya invertidos que según lo dicho por la Secretaría de Infraestructura y Transportes (Sintra) ascienden a unos 75 millones en su primera etapa, podrían desplomarse.
De esta manera, el gobierno de Roberto Borge tiene una gran deuda con la sociedad solidarense, como resultado de su pésima visión para sacar a flote, y de sus malos asesores que sólo buscan el beneficio de los grandes empresarios y por ende, del propio.
