JOSÉ MARÍA MORELOS, Quintana Roo, 05 de diciembre. -La exposición prolongada a la radiación ultravioleta durante las jornadas de trabajo al aire libre está desencadenando una crisis de salud visual entre la población productiva del municipio, advirtió el optometrista Pablo Moo Tepal.
El especialista señaló que la falta de uso de protección ocular adecuada está acelerando el desarrollo de cataratas en campesinos y obreros de la construcción, quienes ahora enfrentan la necesidad de someterse a cirugía mucho antes de la edad promedio. “Tenemos a quienes trabajan en la construcción o en el campo que están expuestos casi todo el día al sol. La radiación y los rayos UV es lo que realmente nos crea la catarata”, explicó.
El problema adquiere mayor gravedad considerando que la catarata es la principal causa de ceguera reversible en México, y que la discapacidad visual representa un costo anual superior a 595 millones de dólares, derivado principalmente de la pérdida de productividad laboral. En entidades como Quintana Roo, la discapacidad visual ya fue la más reportada en 2020, afectando a más de 32 mil personas, muchas de ellas en edades productivas cercanas a los 50 años.
Estudios nacionales apuntan a que la discapacidad visual afecta con mayor intensidad a poblaciones rurales y de bajo nivel socioeconómico, condiciones que coinciden con el perfil de quienes laboran al aire libre en la Península de Yucatán. El impacto es doble: los pacientes suelen buscar atención cuando la visión está ya severamente deteriorada, y la falta de seguridad social —que afecta a más de la mitad de la población mexicana— retrasa aún más el acceso a la cirugía de catarata, complicando un rezago quirúrgico que se acumula año con año.
No obstante, en José María Morelos recientemente se impulsó un programa de atención que permitió referir a 50 pacientes a la ciudad de Chetumal para ser sometidos a la operación.
Moo Tepal emitió un llamado urgente a la prevención, subrayando que el uso de lentes de baja calidad no ofrece protección real. Recomendó el uso de gafas polarizadas certificadas, las cuales bloquean eficazmente los rayos UV incluso en días nublados, así como gorras y sombreros, que proporcionan sombra adicional y reducen significativamente el riesgo de daño ocular acumulado.
El especialista insistió en que la prevención puede marcar la diferencia entre una vida productiva y la discapacidad visual temprana, un riesgo creciente entre quienes dependen del trabajo al aire libre en la región.

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