CIUDAD DE MÉXICO, 9 de Mayo. A lo largo de su extensa y prolífica carrera como artista multi disciplinaria Linda Carmella Sibio luchó por mantener su cordura, hasta que se vio tomando hasta 43 medicamentos diferentes para tratar su esquizofrenia y dicidió dejarlo todo, incluyendo sus perros y gato, y mudarse a un hospital psiquiátrico en el desierto de Mojave a las afueras de Los Ángeles. Eso fue hace 20 años y desde entonces no ha vuelto a mirar atrás ni una sola vez.
Sibio nació y creció en West Virginia, se licenció en Bellas Artes en la Universidad Ohio y estudio historia del arte y escultura en L’Ecole de Beaux Arts en Lucca, Italia. Leva trabajando como pintura profesional y artista interdisciplinaria desde 1975,con ayuda de numerosas becas en instituciones, y del mismo modo que ha sido capaz de transformar un lienzo en blanco en una obra artística que nos invita a la reflexión, Sibio también ha transformado su enfermedad en el tema central de sus creaciones y, en cierto sentido, en su propia herramienta artística.
Sibio afirma que recibió su educación en los autobuses Greyhound, de la gente de la calle y en los pasillo oscuros del sanatorio donde su madre vivió internada antes de suicidarse.”Mis profesores fueron la esquizofrenia, la mente psicótica, la mutilación y la fragmentación”, explica.
Además de trabajar como artista, Sibio enseñó a enfermos mentales de 1985-2008, lo que le permitió adoptar un nuevo enfoque hacia su obra que ella llama “el principio de la locura”. Este enfoque implica utilizar los síntomas de enfermedades mentales como catalizador para un “viaje primitivo”, que a la vez permite a aquellos que sufren estas enfermedades que puedan funcionar en la sociedad.(FUENTE: El Excélsior)
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