CANBERRA, Australia, 19 de septiembre.- El gobierno australiano llegó a un acuerdo por 39.3 millones de dólares australianos (29.6 millones de dólares) con los propietarios de un carguero de carbón chino para pagar los daños medioambientales provocados cuando el barco quedó varado sobre la Gran Barrera de Coral hace seis años, indicó el lunes el ministro australiano de Medio Ambiente.
El gobierno había demandado a Shenzhen Energy Transport reclamando al menos 120 millones de dólares australianos en la Corte Federal de Australia, después de que el Shen Neng, lleno de carbón, se saliera de su rumbo en abril de 2010 y quedara varado en el banco Douglas, 100 kilómetros (60 millas) al este de la localidad de Rockhampton, en la cadena de arrecifes de coral considerados Patrimonio de la Humanidad. La compañía naviera ha acordado pagar la cifra en un pacto extrajudicial tras negarse a aceptar la responsabilidad de la indemnización durante más de seis años, indicó el ministro Josh Frydenberg.
“Nuestras acciones sostenidas para buscar fondos para limpiar la polución envían un mensaje inequívoco sobre que los daños a la zona Patrimonio de la Humanidad de la Gran Barrera de Coral son inaceptables y que emplearemos cualquier medio disponible para perseguir a los propietarios de barcos negligentes al causar daños al arrecife”, afirmó Frydenberg en un comunicado.
La zona del suceso quedó contaminada por cientos de kilos (libras) de partículas de pintura que contenían una sustancia muy tóxica, el tributilo de estaño. Esa sustancia frena el crecimiento de los organismos acuáticos en cascos de barcos, y los biólogos marinos creen que hay que retirar esas partículas de una zona de 40 hectáreas (100 acres) para permitir que la zona se recupere.
Shenzhen Energy Transport alegó en la corte que el arrecife ya se está curando y que la empresa no debería tener que pagar una limpieza que no es necesaria. La aseguradora marítima de la compañía, London P&I Club, alegó que los costes estimados por el gobierno no eran realistas.
El ministro señaló que es probable que las tareas de limpieza comiencen a mediados de 2017. Del total, 35 millones de dólares australianos se pagarán al gobierno para cubrir el coste de retirar los restos contaminados. Los 4.3 millones de dólares australianos restantes cubrirán los gastos del gobierno en la gestión inicial del accidente. No fue posible contactar en un primer momento el lunes con Shenzhen Energy Transport para solicitar comentarios. (FUENTE: La Jornada)
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