CHETUMAL.- La intención de bloquear el kilómetro 19 de la carretera 307 Chetumal – Bacalar quedó suspendida al negarles la Secretaría de Desarrollo Agropecuario Rural y Pesca (SEDARPE) el pago de la deuda privada de más de 200 millones de pesos generados por particulares.
El titular de la SEDARPE, Jorge Aguilar Osorio, dejó en claro que las exigencias de los cañeros, era un tema complejo, ya que buscan que con recursos del erario público, sean pagadas las deudas hechas por los productores de la caña.
“Ellos solicitan al ingenio un paquete tecnológico para que ellos puedan sembrar (…) es una facilidad donde ellos van, solicitan un crédito, el ingenio les da, se los financia, traen una simbiosis importante, ellos lo que quieren es que el gobierno asuma esa deuda que es complejo”, explicó.
Al existir un promedio de 30 mil hectáreas destinadas para la producción de caña, la deuda particular de los cañeros ascendía a los 210 millones de pesos, a lo que recalcó que era un tema complejo, al no tener relación con las autoridades estatales.
Al percatarse de que las autoridades no aceptarían el pago de la deuda generada por particulares, los cañeros desviaron la atención al solicitar una mesa de diálogo para abordar temas como el seguro social, entre otros.
Aunque los cañeros se han visto beneficiados en múltiples ocasiones por las autoridades, destacó que los beneficios se han mantenido, al haber sido entregado cosechadoras, fungicidas para el hongo entre otros.
“Nosotros no podemos asumir deudas, con mucho respeto, de particulares para que sean temas del gobierno, si así fuera, tendría que el gobierno ser socio”, señaló.
El representante de los cañeros, Benjamín Gutiérrez, reconoció que la producción ha atravesado una de sus peores crisis en los últimos años, al registrar una pérdida de al menos 20 mil hectáreas mismo que se vio agravado con la caída del precio de la caña, factor que no fue previsto con antelación de los productores.
Pese que se había advertido sobre la amenaza que ya se encontraba en otros estados, fue notable la falta de reacción y coordinación al no tratar las afectaciones por el hongo Fusarium.
Por último, no descartó que la cosecha de azúcar 2025-2026 se encontrara afectada por las anomalías detectadas, sumadas a las lluvias. A pesar de estos riesgos y las manifestaciones, hasta el momento no existen planes ni acciones para enfrentar un posible colapso anunciado.
“Ahorita ya tenemos afectadas 20 mil hectáreas. Tenemos 33 mil a 35 mil hectáreas de cultivo y ya tenemos una afectación de 20 mil hectáreas, si no es que un poquito más”, concluyó.