CFE mantiene sin atender el 95% de reportes ciudadanos en Playa del Carmen; crecen quejas por apagones

PLAYA DEL CARMEN, Quintana Roo, 11 de julio. – La Comisión Federal de Electricidad (CFE) enfrenta un rezago crítico en la atención de reportes ciudadanos sobre infraestructura en mal estado, con un 95.1% de casos aún sin resolver de un total de 426 registrados en Playa del Carmen. Así lo dio a conocer Abimael Barragán Núñez, superintendente de la CFE en la Riviera Maya.

El funcionario explicó que los reportes corresponden principalmente a registros, muretes y postes en malas condiciones. Las colonias más afectadas son Villas del Sol, con 94 incidencias; el Centro o Casco Antiguo, con 43; y Cataluña, con 42, aunque otras zonas también presentan problemas similares.

La falta de atención ha provocado molestia entre vecinos y comerciantes, quienes denuncian apagones frecuentes, variaciones de voltaje y afectaciones a sus actividades económicas y equipos eléctricos. La percepción generalizada es que la respuesta institucional no ha estado a la altura del crecimiento urbano y la demanda energética de la ciudad.

Barragán Núñez aseguró que el proceso de licitación para contratar a las empresas que realizarán los trabajos correctivos concluirá el próximo 16 de julio, estimando que las labores inicien cinco días después. Mientras tanto, los usuarios continúan lidiando con un servicio intermitente.

El superintendente descartó que los apagones respondan a deficiencias estructurales o falta de capacidad en la red eléctrica, atribuyéndolos a factores externos como accidentes vehiculares, incendios en basureros clandestinos y actos vandálicos. “No hay riesgo de desabasto energético en la región”, afirmó.

Sin embargo, los testimonios de la ciudadanía reflejan una creciente inconformidad. Los cortes de energía, señalan, se presentan sin previo aviso y afectan tanto a hogares como a negocios, generando incertidumbre y pérdidas económicas.

Mientras no se implementen soluciones inmediatas, Playa del Carmen seguirá enfrentando una red eléctrica vulnerable y una atención rezagada que, según usuarios y sectores productivos, no responde a las exigencias de una ciudad en expansión.