Cientos de compañías espían todo lo que hacemos en internet. A veces creemos que es inofensivo, que nomás son para los anuncios y en otras ocasiones simplemente aceptamos las condiciones de vigilancia con tal de participar en la aplicación de moda. Sin embargo, acabamos de escuchar una historia de privacidad digital que nos hizo pelar los ojos.
Se trata del caso de la periodista Cristina Craddle; una especialista en empresas digitales, que espiaron a través de la cuenta de TikTok de su gato. Una locura.